El f¨²tbol no tiene memoria, pero Vallecas s¨ª
Dicen que el f¨²tbol no tiene memoria, pero Vallecas s¨ª. El barrio se qued¨® con la miel europea en los labios. Tan lejos, tan cerca. La afici¨®n franjirroja era consciente de que la Conference era un triple salto mortal, por momentos factible y, a la postre, imposible. Esa era la especialidad del Rayo de Iraola, capaz de ascender con remontada en Montilivi, de reeditar el Matagigantes... Los milagros parec¨ªan cosa f¨¢cil cuando el m¨ªster sonre¨ªa. Cuando ten¨ªa un plan. Por eso, la afici¨®n crey¨® en la carambola durante la semana, en la previa e incluso en la primera parte, en la que s¨®lo un gol le separaba de la gloria. Ese no lleg¨® y para colmo s¨ª lo hicieron los del Mallorca, Osasuna... El rayismo se despert¨® del sue?o malhumorado, por la imagen del equipo en su ¨²ltimo combate, pero tambi¨¦n con esa sensaci¨®n de que le quiten lo bailao. S¨®lo poder luchar por ser s¨¦ptimo ya era motivo de fiesta, como lo fue meterse en semis de Copa hace un a?o.
Son Moix cerr¨® un ciclo. El de Iraola y el de otros muchos porque dicen adi¨®s Comesa?a, Catena, Fran Garc¨ªa, Mario Su¨¢rez... Para todos, sin excepci¨®n, gratitud eterna y una p¨¢gina en la historia. Ellos har¨¢n las maletas y, aunque el futuro pinte incierto para el centenario, es momento de saborear lo vivido. De disfrutar porque fue bonito mientras dur¨®. De no olvidar qui¨¦nes somos, de d¨®nde venimos y a d¨®nde vamos. De tener memoria y no perder la fe, aunque se avecine el en¨¦simo triple salto mortal. Porque chaval, esto es Vallecas.