El f¨²tbol en su justa medida
El problema de no vestir de azulgrana para hacer caja, con esas camisetas her¨¦ticas que gasta el Bar?a cuando juega lejos del Camp Nou, es que hasta los ¨¢rbitros pierden la concentraci¨®n. El placaje a Balde dentro del ¨¢rea gaditana era m¨¢s penaltazo que penaltito, pero ni el colegiado titular ni el del VAR (m¨¢s titular a¨²n si cabe) deben estar versados en esto del rugbypie. En todo caso quedaba por delante la segunda parte, y quejarse este Bar?a de las palancas ante un colista que suma por derrotas todos sus partidos, no tendr¨ªa un pase ni en los tiempos de N¨²?ez, cuando por lo menos el Bar?a vest¨ªa decentemente, con su etiqueta Meyba en el costado, que era como un segundo escudo.
As¨ª que tras el descanso tocaba olvidarse de M¨²nich y centrarse en la Liga, que fue lo que hizo primero De Jong y despu¨¦s Xavi al meter de una tacada a toda la jaur¨ªa canina. Lewandowski es un podenco siguiendo el rastro en una ma?ana de helada, un setter entre la jara. Apenas nueve minutos llevaba correteando cuando cant¨® el primer rastro, hizo la muestra y cobr¨® su primera pieza. Fue poco despu¨¦s cuando acab¨® todo, cuando todo qued¨® en silencio tras unos gritos de auxilio en la grada y el partido pas¨® a ser lo de menos. Ya se sabe que el f¨²tbol es lo menos importante de las cosas que solo a veces importan.