El esp¨ªritu de Carvajal
Para la memoria. Habr¨¦ visto decenas y decenas de derbis en mi futbolera vida, pero despu¨¦s de las inolvidables finales de Lisboa y Mil¨¢n, sin duda este de Riad lo recordar¨¦ como el m¨¢s emocionante y apasionante de mis 58 a?os de existencia. Meterle una manita a los vecinos es motivo de orgullo. Pocas veces un porterazo como Oblak habr¨¢ recibido semejante saco de goles, y eso que el esloveno fue el h¨¦roe de la tropa del Cholo forzando la pr¨®rroga con dos salvadas incre¨ªbles a Rodrygo y Carvajal. Al Madrid, como en las pel¨ªculas del Oeste, no hay manera de rematarle. Aunque le metas tres balazos a la yugular siempre se levanta, se agarra a su escudo imperial como si fuese un coraz¨®n de acero y se lanza a por el desconcertado enemigo con la fiereza de una estampida de b¨²falos. Con 3-2 para el Atleti, con un Kepa superado en su noche m¨¢s aciaga, los blancos se lanzaron sobre Oblak con una fuerza descontrolada, como si les fuese la vida en ello. Fue as¨ª como irrumpi¨® el Monstruo de Legan¨¦s, Dani Carvajal, el cr¨ªo que puso la primera piedra de Valdebebas, el canterano barbudo que acaba los partidos exprimido como si llevase cinco horas jugando. Su gol tras dos rechaces me record¨® a uno al Sevilla en una Supercopa de Europa que tambi¨¦n result¨® determinante. Esta temporada ya lleva tres chicharros. Y a estas horas ya est¨¢ celebrando su 32 cumplea?os. Est¨¢ en su plenitud f¨ªsica, futbol¨ªstica y personal. Es un l¨ªder en el campo y en el vestuario. Es el MVP. Con Dani, al fin del mundo. ?l se?al¨® el camino y sus compa?eros le siguieron hasta conseguir que la pr¨®rroga, como en la final de la D¨¦cima, fuese un festival que termin¨® con los rojiblancos hundidos, rendidos y a puerta vac¨ªa. Qu¨¦ bueno ser del Madrid en noches de tantas emociones desatadas.
Joselu y Brahim. El gallego y el malague?o son los abrelatas que funden a los rivales cuando muestran un atisbo de agotamiento. Su salida al campo result¨® decisiva, convirti¨¦ndose en los h¨¦roes de un extra time (pr¨®rroga en el lenguaje de Cervantes) en el que los dos se adue?aron del s¨²per derbi, poniendo encima su firma en ambos goles. Para m¨ª, el de Joselu es suyo porque aunque la toque Savic su cabezazo iba rumbo a porter¨ªa. Y Brahim rubric¨® la so?ada manita a puerta vac¨ªa, tras el ataque est¨¦ril y enloquecido de Oblak. Qu¨¦ gozada.
Buen recuerdo. Aconteci¨® tambi¨¦n en un 10 de enero. En concreto, en esta fecha del a?o 1993. Hace justo 31 a?os el Real Madrid de Benito Floro visitaba San Sebasti¨¢n para medirse a la Real Sociedad, con la que se jug¨® varias ligas una d¨¦cada antes. No fue un partido cualquiera. Era el ¨²ltimo partido que se jugaba en el m¨ªtico Atocha. Los m¨ªos, que son generosos pero nunca una ONG, arrasaron a los donostiarras, a los que endosaron una espectacular manita (1-5). Un doblete de Iv¨¢n Zamorano ¡®El Terrible¡¯, y un gol de Butrague?o (un toque excelso a la escuadra), otro de Luis Enrique (s¨ª, han le¨ªdo bien) y Fernando Hierro completaron la fiesta vikinga ante una Real en la que ya asomaban extranjeros con lustre: Kodro, Carlos Xavier y Oceano. El 10 de enero da suerte. Me lo apunto.
El lado bueno de la Historia. Es la frase que inmortaliz¨® Courtois en la v¨ªspera de la final de Par¨ªs antes de conquistar la 14 y en noche m¨¢gicas como la de Riad volvi¨® a quedar evidenciado. Es admirable el esp¨ªritu de combate de nuestros vecinos de la capital, pero nunca tendr¨¢n la mentalidad ganadora del poderoso ej¨¦rcito blanco. S¨ª. Estamos en la lado bueno de la Historia.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todas las claves deportivas del d¨ªa.