El Espanyol que siempre quiso ser
No es que se avecinara tormenta en el domingo al limite del Espanyol, es que el equipo de Manolo Gonz芍lez no supo afrontar y vivir de otra manera que sobre la bocina su d赤a y uno de sus partidos m芍s importantes de las 迆ltimas d谷cadas. A la espera del jueves, claro. Como quiera que el entrenador prefiri車 que sus jugadores no se plantaran sobereexcitados en Gij車n, decidi車 viajar el mismo d赤a de partido. Pero una borrasca sobre el mar, en Barcelona, atras車 el vuelo m芍s de una hora, a contrarreloj, presagio de lo que suceder赤a por la noche en el v谷rtigo de un Molin車n que tambi谷n supo jugar su partido, con un ambiente de Primera.
Esa tensi車n, ritmo, intensidad, concentraci車n, hambre la traslad車 el Espanyol sobre el c谷sped, ante un Sporting que asest車 zarpazos que pudieron ser letales, vehiculados por Hassan y Otero. Y sin embargo se toparon los de Ram赤rez con un planteamiento valiente de Gonz芍lez, con un equipo que fue el que hab赤a querido ser toda la temporada. Que arriesg車 manteniendo a Gragera (de h谷roe a villano en su casa) con tarjeta. Que se defendi車 con u?as y dientes, que cont車 con el parad車n diario de Joan Garc赤a y que, con partidazos de Braithwaite y Keidi, los dos que se han quedado sin Eurocopa, culmin車 al l赤mite con el gol de Puado. El capit芍n. Que lo dedic車 a su abuelo, fallecido durante la semana. Descanse en paz.