El Espanyol, de la crueldad a la esperanza
Quienes sostienen que el f¨²tbol es la s¨ªntesis de la vida en 90 minutos tienen la m¨¢s fidedigna demostraci¨®n en este Espanyol-Atl¨¦tico que poca gente en el RCDE Stadium olvidar¨¢. Porque pasaron los pericos por todas las fases de la existencia, del deleite, la tristeza, el duelo a la esperanza. El 0-3 con el que los rojiblancos mandaban en el minuto 46, y que situaba al Espanyol con pie y medio en Segunda, era tan cruel, por la primera parte excelsa en generaci¨®n de ataque por parte del equipo de Luis Garc¨ªa, como prometedor, aunque s¨®lo sea para agarrarse a un clavo ardiendo, el empate final. Que pudo ser una victoria local, incluso.
Lo que cos¨ªan sin ¨¦xito entre Darder, Melamed, Denis Su¨¢rez y Puado lo descosieron atr¨¢s entre Pacheco, un gol fantasma que el VAR quiso dar como bueno a pesar de que ninguna toma lo demostraba al cien por cien y un desconcierto imperdonable a los pocos segundos de la reanudaci¨®n. A partir de ah¨ª lleg¨® esa monta?a rusa de emociones. Que comenz¨® con los reproches de parte de la grada, como si todo hubiera finalizado. Que continu¨® con la tenue reacci¨®n en el gol de Montes, con todo el estadio enchufad¨ªsimo tras el penalti convertido por Joselu y con el estallido de euforia en el 3-3 de Vinicius. Que empuj¨® hacia una intentona de victoria que nunca lleg¨®. Pero que devolvi¨® la fe perdida. Hay partido. Hay vida.