El cuento de Navidad de Laporta
El punto fuerte de Joan Laporta siempre ha sido la labia, el carisma, su capacidad para ilusionar y encender las pasiones del barcelonismo, pero a veces su ¨ªmpetu verborreico le juega malas pasadas porque lo que dice es, en el mejor de los casos, exagerado y en el peor, pura invenci¨®n. En esta entra?able ¨¦poca del a?o y despu¨¦s de que Leo Messi -al que ech¨®- haya sido coronado como el Rey del Mundial, a Laporta se le ocurri¨® hacer su propia versi¨®n de un cuento de Navidad¡ y le sali¨® el tiro por la culata.
Todo comenz¨® en un c¨¢lido mediod¨ªa de Barcelona cuando el presidente recibi¨® en su humilde hogar, un Camp Nou que ya est¨¢ en demolici¨®n, con sus gr¨²as y sus obreros, a los alegres muchachos y muchachas de la Prensa para brindar por las fiestas y desearles un pr¨®spero a?o nuevo. Y as¨ª, entre copitas de cava y canap¨¦s, se le ocurri¨® entregar su mensaje de buena esperanza en los cl¨¢sicos corrillos: ni m¨¢s ni menos que la vuelta de Messi al Bar?a era posible, que estaban trabajando en f¨®rmulas imaginativas y que podr¨ªan comenzar los contactos con la estrella y su corte.
L¨®gicamente, las noticias fueron recibidas con gran algarab¨ªa por los all¨ª presentes y las p¨¢ginas webs de los diarios comenzaron a expandir la noticia. Mientras tanto, qu¨¦ calamidad, en el malvado y fr¨ªo cortijo del Paris Saint-Germain, con su jeque y entre relucientes lingotes de oro, se estaba cociendo la p¨®cima que le dejar¨ªa con el culo al aire y que apenas unas horas m¨¢s tarde vio la luz cuando el diario Le Parisien anunci¨® que Messi, su Rey Mago, renovar¨¢ al menos un a?o m¨¢s, hasta 2024, con el club parisino.
Ante tal desdicha, Laporta tuvo que salir al d¨ªa siguiente a decir a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n del club que no se pod¨ªan alimentar expectativas y que el regreso de Messi era dificilillo. Y color¨ªn, colorado, este cuento se ha acabado. Moraleja: el presidente del Bar?a ya no logra siempre salir airoso y fum, fum, fum en catal¨¢n significa humo.