El asombroso retorno de Nadal

La pregunta del d¨ªa: ¡°?C¨®mo has visto a Rafa¡±? Pues bien. Muy bien. Mejor de lo que se pod¨ªa esperar despu¨¦s de casi un a?o de inactividad en el que la mayor parte del tiempo ha estado totalmente parado. Es verdad que Dominic Thiem, campe¨®n de Grand Slam y doble finalista en Roland Garros, no es quien era. Pero calidad tiene, ven¨ªa de jugar dos partidos de la previa y mostr¨® un nivel m¨¢s que aceptable. Por lo tanto, la reaparici¨®n de Nadal en Brisbane, que ya tuvo un aperitivo con el dobles junto a Marc L¨®pez el ¨²ltimo d¨ªa del a?o, fue, cuando menos, ilusionante. En su eterno retorno, porque ya hemos visto unos cuantos, dio la impresi¨®n de que no se hubiera ido. Y cumplir¨¢ 38 a?os en junio.

La estad¨ªstica del partido, los n¨²meros, fueron buenos. Sobre todo al saque. Pero las sensaciones resultaron a¨²n mejores. En lo f¨ªsico, en puntos marca de la casa, en la concentraci¨®n, en el deseo de irse a por la victoria en los momentos claves. Asombroso. Ahora toca cruzar los dedos. Esperar que el cuerpo le respete. Ser pacientes con ¨¦l. Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner o Daniil Medvedev van a estar a otro nivel. El Abierto de Australia asoma con choques a cinco sets y una gran exigencia. Lo que vino a decir Nadal contra Thiem es que, si su cuerpo le deja, cualquier cosa es posible. Su final, no perdamos la perspectiva, est¨¢ m¨¢s cerca que lejos. Disfrutemos de estos regalos.

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