?dgar Bad¨ªa salva al Real Zaragoza de una goleada
La pretendida remontada del Real Zaragoza en esta segunda vuelta tendr¨¢ que esperar, si es que se produce, porque el equipo de Julio Vel¨¢zquez fue en el Nuevo Pepico Amat de Elda todo menos un candidato a la promoci¨®n de ascenso. Fue una caricatura. Sin defensa ni ataque. Sin nada. El Eldense, afilado por la zurda de Marc Mateu, le dio un verdadero ba?o y s¨®lo las intervenciones providenciales de ?dgar Bad¨ªa, cuatro de ellas excelentes, le salvaron de una goleada que le hubiera hecho much¨ªsimo da?o. Pocas veces en la historia del Zaragoza un portero se ha estrenado con una actuaci¨®n tan sobresaliente como la del primer fichaje invernal.
El Real Zaragoza sali¨® como despistado al partido, algo desordenado y con los centrales sin ajustar las marcas, y el Eldense pudo castigarle enseguida en un par de acciones, especialmente en una combinaci¨®n dentro del ¨¢rea entre Bernal y Chapela que acab¨® con un disparo al lateral de la red delante de Bad¨ªa. Durante un largo pasaje toda la respuesta del equipo de Vel¨¢zquez fue un disparo alto de Francho y una entrada destemplada a Marc Mateu de un Mollejo pasado de revoluciones y de protestas. Pero en el f¨²tbol todo cambia en un instante y, a un minuto de la media hora, Fran G¨¢mez aprovech¨® una p¨¦rdida del Eldense en la medular para conducir hasta la frontal del ¨¢rea y servir de tac¨®n a Maikel Mesa, que empalm¨® a la red un espl¨¦ndido derechazo, firmando as¨ª su s¨¦ptimo gol del campeonato. Un golazo de la nada. Poco le dur¨® le alegr¨ªa al Zaragoza, porque apenas siete minutos despu¨¦s y tras una intervenci¨®n felina de ?dgar Bad¨ªa, Sober¨®n, adelant¨¢ndose a Lecoeuche, cabece¨® certero un c¨®rner muy cerrado de Marc Mateu, uno de los mejores especialistas a bal¨®n parado de la Segunda Divisi¨®n y con paso por el filial zaragocista hace m¨¢s de una d¨¦cada. Y de ah¨ª al descanso, el ¨²nico que apret¨® fue el Eldense, porque el Zaragoza, que no gan¨® un bal¨®n a¨¦reo ni en los centros al ¨¢rea ni en los saques de banda largos, no tom¨® la iniciativa en ning¨²n momento. Es decir, que defendi¨® mal y no atac¨®, pese a ese f¨²tbol proactivo que pregona Vel¨¢zquez con insistencia.
Nada cambi¨® en el inicio de la segunda parte, porque el Zaragoza, al que sostuvo ?dgar Bad¨ªa con cuatro de paradas antol¨®gicas, no propuso absolutamente nada con la pelota y acab¨® encerrado y temblando ante cada centro de Marc Mateu. En medio del asedio, Vel¨¢zquez intent¨® estirar a su equipo con la salida de Iv¨¢n Az¨®n por Mouri?o -un ariete por un central- y m¨¢s tarde con la de Manu Vallejo por Lecoeuche -un delantero por un carrilero-, con lo que Francho qued¨® como lateral izquierdo. Pero casi nada cambi¨® en un Zaragoza al que el Eldense sigui¨® creando peligro con suma facilidad, incluidos dos postes nacidos de la zurda de Marc Mateu, que desnud¨® con crudeza la fragilidad del conjunto de Vel¨¢zquez. Nueve ocasiones locales por dos visitantes explican lo que fue el partido. Pero ahora hay portero.
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