Dos gigantes dejan huella
Solapados por cuestiones de horarios, dos grandes campeones, el ugand¨¦s Joshua Cheptegei y el franc¨¦s L¨¦on Marchand, dejaron huella en Par¨ªs. Cheptegei venci¨® en la primera final ol¨ªmpica, los 10.000 metros, disputada en la pista del Stade de France, coloreada con un tono lavanda muy franc¨¦s. Cumpli¨® con ¨¦xito el ¨²nico gran desaf¨ªo que le quedaba por resolver. Campe¨®n ol¨ªmpico de 5.000 metros, plusmarquista mundial de 5.000 y 10.000 metros, Cheptegei termin¨® segundo hace tres a?os en los 10 kil¨®metros de los Juegos de Tokio. Nadie resisti¨® su ataque en el ¨²ltimo kil¨®metro, despu¨¦s de una carrera rapid¨ªsima que se cerr¨® con 13 atletas por debajo de los 27 minutos. Nadie hab¨ªa traspasado esa frontera en la historia de los Juegos Ol¨ªmpicos.
Cheptegei ley¨® la carrera a la perfecci¨®n. Los et¨ªopes Kejelcha y Aregawi trataron de forzar la ruptura de un grupo largo en n¨²mero y en candidatos a la victoria. Si se trataba de un plan de equipo, y pareci¨® que s¨ª, el resultado de los et¨ªopes fue decepcionante. Barega, el tercer representante et¨ªope, el m¨¢s escondido y probablemente el se?alado para la victoria, se disip¨® en la niebla de la carrera. Aregawi se llev¨® la plata en el ¨²ltimo metro. Super¨® al estadounidense Grant Fisher, un magn¨ªfico fondista acostumbrado a ceder ante la hegemon¨ªa de los africanos del altiplano. Fisher demostr¨® su ambici¨®n durante toda la carrera, al contrario que los kenianos, que no dieron noticia en la pista.
El Stade de France se llen¨® por la ma?ana y en la sesi¨®n vespertina. Record¨® la pasi¨®n que se vivi¨® en Londres 2012, tan necesaria despu¨¦s de las gradas desiertas por la pandemia en Tokio y la escasa asistencia a las pruebas de atletismo en los Juegos de R¨ªo 2016. En la matinal, las velocistas ofrecieron sus primeros apuntes. Sha¡¯Carri Richardson, la medi¨¢tica y explosiva campeona del mundo de los 100 metros en los pasados Mundiales de Budapest, se confirm¨® como favorita. Julien Alfred, nacida en la peque?a isla de Santa Luc¨ªa, curtida como atleta en la Universidad de Texas, se anunci¨® como la principal adversaria de Richardson. Gan¨® su serie sin despeinarse.
Si Cheptegei ven¨ªa precedido por el prestigio de sus r¨¦cords mundiales y el oro en el 5.000 de los Juegos de Tokio, Marchand lleg¨® a su cuarta final entre reverencias. Francia le adora y el mundo se acostumbra a un dominio que s¨®lo encuentra parang¨®n con los mejores nadadores de la historia. Esta vez gan¨® los 200 metros estilos, en los que no encontr¨® rival. Combati¨® de nuevo contra las marcas de dos gigantes anteriores, los estadounidenses Ryan Lochte y Michael Phelps, recordman mundial y ol¨ªmpico respectivamente, dos mitos del pasado que mantienen registros inalcanzables para cualquier otro que no sea L¨¦on Marchand.
Los rivales actuales no son cualquier cosa ¡ªel chino Wang Shun y los brit¨¢nicos Duncan Scott y Tom Dean disfrutan de oros ol¨ªmpicos¡ª, pero en este momento empeque?ecen frente a Marchand. Cuando se destac¨® en la braza, prueba en la su superioridad es incontestable, la carrera s¨®lo presentaba un interrogante: ?r¨¦cord mundial o no? Con un tiempazo ¡ª1.54:06 minutos¡ª mejor¨® el r¨¦cord ol¨ªmpico de Michael Phelps (1.24:23 minutos en los Juegos de Pek¨ªn 2008) y se qued¨® a siete cent¨¦simas del r¨¦cord mundial que estableci¨® Lochte en 2011.
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