Dos bases para volver a so?ar
Esta semana reci¨¦n expirada trajo dos noticias que han despertado una sonrisa en La Familia del baloncesto. Una de ellas pudieron leerla en grandes titulares, acompa?ada de tranquilizadores im¨¢genes: el regreso de Ricky Rubio a los entrenamientos despu¨¦s de medio a?o deportivamente inactivo en la recuperaci¨®n de sus problemas de salud mental. Es obvio que todav¨ªa le queda un trecho para el restablecimiento total, que tendr¨¢ que afrontar sin prisas y sin presi¨®n, pero tambi¨¦n es inevitable que el aficionado se ilusione con su retorno a las canchas. Primero, con la camiseta del Barcelona, que es el club que le ha dado cobijo en sus sesiones preparatorias, el mismo al que dedic¨® sus ¨²ltimos esfuerzos antes de cruzar el Atl¨¢ntico rumbo a la NBA. El jugador ya ha dicho que no volver¨¢ a la liga norteamericana, as¨ª que parece claro que si vuelve a jugar al basket, y todo apunta a que as¨ª ser¨¢, lo har¨¢ con el Bar?a. El paso siguiente ser¨ªa su vuelta a la Selecci¨®n, la misma que abandon¨® el pasado verano cuando se vio invadido por la oscuridad. Espa?a se jugar¨¢ en julio el pase a los Juegos en el Preol¨ªmpico de Valencia, casi a las puertas de Par¨ªs 2024. Hay que ir paso a paso, sin perder la perspectiva del objetivo prioritario, la salud de Rubio, pero todos so?amos, empezando por la FEB, en tenerle de regreso a casa.
La segunda noticia, menos sonada, fue el contacto personal que mantuvo en esas mismas fechas Elisa Aguilar, la presidenta de la Federaci¨®n, con Lorenzo Brown, aprovechando su periplo por el pa¨ªs para disputar la Euroliga con el Maccabi. El estadounidense nacionalizado espa?ol ha confirmado su disponibilidad para el Preol¨ªmpico y los Juegos. As¨ª que, de cerrarse los dos supuestos, Sergio Scariolo podr¨¢ contar con dos bases estelares para encarar el camino ol¨ªmpico, esa posici¨®n hu¨¦rfana que tantos quebraderos de cabeza trajo en el pasado Mundial.