Djokovic nos cae regular
Todos los espa?oles y espa?olas ten¨ªamos el r¨¦cord de Grand Slams hasta hace nada, y llega un particular y nos lo quita¡ Llevamos m¨¢s de veinte a?os disfrutando de las andanzas y travesuras de un chico mallorqu¨ªn que nos ha hecho felices innumerables veces, y de repente llega este se?or que a todos nos cae regular, y ?zas!, de un plumazo nos baja al segundo escal¨®n. No nos cae regular por ser antivacunas, ¨¦l puede ser lo que quiera. No nos cae regular por ser, a veces, antip¨¢tico, porque tiene todo su derecho a no ser siempre como nosotros queramos que sea. No nos cae regular por tener un apellido dif¨ªcil de pronunciar para nosotros los celt¨ªberos, ni por ser a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de escribir. Tienes que pensar ?era una J lo que iba detr¨¢s de la D? ?Terminaba en K o en C? Resumiendo, Djokovic nos cae regular porque nos ha quitado el r¨¦cord.
Y para colmo de males, gana al relevo murciano del genio mallorqu¨ªn por una lesi¨®n tonta e inoportuna cuando todos nosotros so?¨¢bamos con que Alcaraz se llevara su primer Roland Garros, impidiendo de paso el triunfo n¨²mero 23 de este se?or dif¨ªcil de escribir, Djokovic. Todo hubiese sido perfecto: gana en semis Alcaraz a Nole. Gana en la final Alcaraz a Ruud, y el relevo toma el mando sobre la tierra dejando a Nole compuesto y sin novia ni Copa de los Mosqueteros, ni r¨¦cord de Grand Slams. En fin, nos ha fastidiado bien este se?or que tan bien juega, aunque muchos de nosotros creemos que lo hace peor que Roger Federer y que Rafa Nadal.
Porque Federer s¨ª que nos ca¨ªa bien, a pesar del dominio insultante que ejerci¨® durante a?os. Esa imagen de Nadal y Federer, agarrados de la mano y llorando en la despedida de Federer conmovi¨® a todo el pa¨ªs, y a varios pa¨ªses m¨¢s, sin duda. Nos gustaba la humildad de Federer, nos gustaba la humildad de Nadal, y nos irrita ese puntito soberbio de Djokovic. No pasa nada. El a?o que viene se intentar¨¢ de nuevo, bien por parte de Nadal o por parte de Alcaraz, y todos seguiremos extra?ando a Federer. Y ahora, reconozcamos que Djokovic es un genio.