Disfrazarse del Madrid
Me gusta ese dicho tan t¨ªpico de que algunos equipos se convierten en otro para salir de un apuro moment¨¢neo. En Espa?a, por ejemplo, el equipo disfrazado puede ser cualquiera, pero el disfraz siempre pertenece al Real Madrid, que para algo lleva ajustando la historia a su relato desde que Di St¨¦fano aterriz¨® por primera vez en el Prat, qui¨¦n sabe si desde mucho antes. La ¨¦pica, nos guste o no, estemos de acuerdo o no, es propiedad casi exclusiva del equipo blanco, de ah¨ª que todos los dem¨¢s deban soportar la dichosa comparaci¨®n cada vez que la flauta suena y remontan lo que parec¨ªa imposible.
¡°El Bar?a se disfraz¨® del Real Madrid para ganar al Celta¡±, puede servir como resumen del pasado fin de semana. Y para toda una vida, si me apuran. Tampoco es lo peor que se puede decir de un equipo mejorado con algo de calderilla y talentos a pr¨¦stamo. Un Bar?a que viene de campeonar en Liga la temporada pasada, me parece importante recalcarlo para que nadie se lleve a enga?o si el resultado se repite al romper la primavera, que es cuando los equipos empiezan a mirarse en el espejo y m¨¢s de uno lo confunde con una ventana. Para ganar a los de Xavi en la larga distancia no bastaron los golpes de inspiraci¨®n. Ni siquiera las viejas leyendas que rezan los estandartes. ?Por qu¨¦ deber¨ªan ser suficientes en la actual? Esa es, ahora mismo, la diferencia entre el Bar?a y sus competidores m¨¢s directos: que solo ¨¦l parece creerse su propio cuento.
El domingo, reci¨¦n aterrizado en Madrid, vi a un se?or con un cartel bajo el brazo que dec¨ªa algo as¨ª como: ¡°S¨¢nchez, Negreira y Puigdemont, todos a la prisi¨®n¡±. Y reconozco que me toc¨® la fibra sensible, pues lo vi entregado a su propia causa, feliz de dar la batalla y convencido de poder ganarla. Entonces me puse a pensar si vendr¨ªa de los ¨²ltimos estertores de la manifestaci¨®n ma?anera o ir¨ªa camino del Metropolitano, para animar a su equipo. Al final decid¨ª que, para lo segundo, le sobraban nombres en la cartulina, pero qu¨¦ demonios: segu¨ªa siendo un buen disfraz.
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Joaqu¨ªn Maroto
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