Despu¨¦s de la biodramina

Dif¨ªcil tramitar sin biodramina la abigarrada noche de f¨²tbol que concentr¨® la UEFA en la noche final de la primera fase de la Liga de Campeones, nueva experiencia con efectos mareantes, de la que probablemente salieron ganadores los carruseles de las radios, que han sobrevivido como leones a la vor¨¢gine tecnol¨®gica. Ni la televisi¨®n, ni las plataformas digitales han destruido a un competidor que se adapta con maestr¨ªa a todos los desaf¨ªos que encuentra por el camino. El formato de jornada, una locura de 18 partidos que comenzaban a la misma hora, reivindic¨® una vez m¨¢s la agilidad de la radio. En cuanto a las consecuencias del corto y anch¨ªsimo men¨², hubo m¨¢s ruido que nueces.

El Manchester City se clasific¨®, no sin sus recientes angustias, y el PSG, al borde del abismo durante tantas jornadas, mantuvo el arre¨®n en Stuttgart y gole¨® al equipo alem¨¢n. Los dem¨¢s aguantaron m¨¢s o menos en sus puestos, incluidos el Real Madrid y el Bayern, dos ilustr¨ªsimos que se hab¨ªan dejado demasiados pelos en la gatera durante la ronda de clasificaci¨®n.

El Madrid despach¨® al Brest con tres goles, cifra que explica la capacidad ofensiva del equipo. En sus tres ¨²ltimos partidos en la Liga de Campeones marc¨® 11 goles: tres a Atalanta y Brest, cinco al Salzburgo. En ese cap¨ªtulo, el equipo olfatea las porter¨ªas rivales como un sabueso. En el aspecto defensivo necesitar¨¢ el examen que no aprob¨® en la primera fase. Perdi¨® tres partidos -Lille, Liverpool y Milan- y recibi¨® m¨¢s goles de los previstos.

Ahora se encuentra ante un sorteo que propone un rival de tron¨ªo (Manchester City) o un viejo arist¨®crata del f¨²tbol venido a menos (Celtic de Glasgow). El equipo ingl¨¦s atraviesa un insospechado periodo de turbulencias despu¨¦s de haberse distinguido durante casi una d¨¦cada por su impresionante estabilidad. Por primera vez en la era Guardiola, el City sufre de ansiedad, estr¨¦s y migra?a. Ha perdido el dr¨¢stico control que ejerc¨ªa en un juego que disfruta generando caos.

El City es m¨¢s humano que nunca, pero es un rival temible para cualquiera. Es lo que tienen los equipos con orgullo de campe¨®n. Guardiola reconoci¨® despu¨¦s de certificarse la clasificaci¨®n del City que el Madrid ser¨ªa favorito en un posible duelo con el Madrid, de la misma manera que Ancelotti declar¨® despu¨¦s de la victoria sobre el Salzburgo que ojal¨¢ no se clasificara el equipo ingl¨¦s. ¡°Todav¨ªa le tengo entre los favoritos al t¨ªtulo¡±, dijo.

Un Real Madrid-City sonar¨ªa a gran acontecimiento en los dieciseisavos de la Copa de Europa. Han sido los equipos que han marcado el paso en la primera mitad de esta d¨¦cada, uno especialmente en Europa, el otro en la Premier League. El Madrid-Celtic sonar¨ªa muy bien, pero por otros motivos. El Celtic, primer equipo brit¨¢nico que gan¨® la Copa de Europa (1967), tiene una impresionante capacidad de movilizaci¨®n popular. La atm¨®sfera en Celtic Park es aroma puro del f¨²tbol. Es un gran club torpedeado, como el Rangers, por el peque?o mercado televisivo escoc¨¦s.

El Celtic tiene encanto, pero le falta jerarqu¨ªa en estos tiempos. Nada indica que sea un adversario en condiciones de estropear el recorrido del Real Madrid en la pr¨®xima ronda, ni la clase de equipo que quite el sue?o al madridismo. El City ser¨ªa otra cosa, incluso este City que navega entre dificultades que no hab¨ªa conocido en los ¨²ltimos a?os.

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