Del da?o y la resurrecci¨®n
Es muy dura la palabra ¡°da?o¡±, pero la verdad es que creo que as¨ª quedamos tras el tristemente famoso partido Atl¨¦tico de Madrid-Real Madrid, y los sucesos acaecidos en ¨¦l. Da?ados. No me las quiero dar de nada, pero, bastantes d¨ªas antes del encuentro, pens¨¦ que ¨ªbamos de cabeza a dicho lugar, al da?o, tras escuchar declaraciones de unos y de otros. Al da?o, de cabeza. Me tem¨ª lo peor. O sea, exactamente lo que sucedi¨®. Todo mal. Nos tomaron a todos por lo que no somos, nos llamaron a todos lo que no somos, y, encima, perdimos el partido. Da?ados.
El equipo debi¨® quedar magullado, lami¨¦ndose las heridas, pienso yo. Con mucha parte del p¨²blico futbolero y no futbolero, criticando, y nosotros tan solitos y encerrados en nosotros mismos. En nuestra mismidad, como dec¨ªa aquel. L¨ªbranos, se?or, del da?o, y danos f¨²tbol puro y duro sin todos esos efectos colaterales. Feo. El caso es que necesit¨¢bamos algo, como dec¨ªa Silvio Rodr¨ªguez en su maravillosa canci¨®n ¡°Ojal¨¢¡±, una luz cegadora, un disparo de nieve. Ojal¨¢ pase algo¡por ejemplo, ???Sevilla!!!
Y aqu¨ª empieza una columna diferente, hablando de un Atleti jug¨®n, peligroso, con p¨®lvora, ambicioso, que gana a uno de sus m¨¢s directos rivales y en su campo, en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Volvi¨® a jugar la defensa titular, Witsel se fue a su sitio, Koke hizo gala de su apellido, Llorente marc¨®, como hizo en sus mejores momentos, Morata demostr¨® que es el nueve de Espa?a, y el equipo carbur¨®. Todos a una, como debe ser. La noria del f¨²tbol. Simeone y Lopetegui son los dos entrenadores m¨¢s cuestionados del principio del campeonato, y, de momento, parece que Lopetegui se va a quedar solo en dicho trance... Y de aqu¨ª al final, un homenaje a Koke, uno de los nuestros, el capit¨¢n, 554 partidos defendiendo la camiseta, a ver qui¨¦n le quita ese r¨¦cord ahora¡por lo menos, puede que yo ni lo vea.
Gracias, Koke Resurrecci¨®n. T¨®mate algo, yo pago.