Da palo ver al Madrid vigesimocuarto
La nueva conformaci¨®n de la Champions League nos ha tra¨ªdo esta primera fase en formato liga sui generis, no todos contra todos, sino algunos contra algunos, pero con traslaci¨®n de los puntos a una clasificaci¨®n ¨²nica. A muchos aficionados les choca y hasta les disgusta, yo me voy acostumbrando. Creo que, unas cosas con otras, esta fase filtra bien y a su t¨¦rmino deja la puerta abierta a 24 de los 36 participantes. S¨®lo los 12 ¨²ltimos, entre los que desgraciadamente parece que quedar¨¢ el Girona, van fuera. En el modelo anterior, s¨®lo sobreviv¨ªan 16, descend¨ªan a la Europa League 8 y otros tantos quedaban fuera.
Da palo, eso s¨ª, ver al Madrid vigesimocuarto. Digamos que el Bar?a, tercero, y el Girona, trig¨¦simo, est¨¢n donde se pod¨ªa esperar a estas alturas. El Atleti, decimoquinto porque arrastra la desdichada derrota ante el Lille, est¨¢ a s¨®lo un punto del grupo de los ocho privilegiados que evitar¨¢n la eliminatoria de dieciseisavos. Lo extraordinario es lo del Madrid, con el abismo de la eliminaci¨®n a la espalda, v¨ªctima de una sucesi¨®n de circunstancias entre las que destacan la epidemia de lesiones y el pinchazo, al menos por el momento, de Mbapp¨¦. Am¨¦n de la falta de un nuevo orden de juego tras la marcha de Kroos.
Pero no me desesperar¨ªa. Le queda visitar al Atalanta y al Brest y recibir al Salzburgo, con lo que podr¨¢ ascender en la clasificaci¨®n. Si no le diera para meterse entre los ocho primeros, dif¨ªcil ya, tendr¨¢ que jugar los dieciseisavos, y aunque ya ah¨ª, o a partir de octavos, le toque jugar la ida en casa, pisar¨¢ territorio Champions, su biotopo natural. El problema no es tanto la ins¨®lita y deslucid¨ªsima posici¨®n actual, sino la suma de causas que le han llevado a ella. Habr¨¢ que fichar algo en enero, confiar en que Mbapp¨¦ rompa en el gran jugador que es y rociar con agua bendita el vestuario para acabar con las lesiones.