?Cu¨¢ntos millones valen los derechos humanos?
Los abusos relacionados con el Mundial de Qatar 2022 parec¨ªa que hab¨ªan marcado una frontera para que los organismos deportivos, antes de adjudicar estos eventos, dieran la titularidad a los derechos humanos y no los relegaran, una vez m¨¢s, al banquillo o a la grada.
Hace ya casi un a?o que Messi levant¨® el trofeo que coron¨® a Argentina como campeona del mundo. Lo hizo envuelto en un bisht, una capa larga ¨¢rabe que se usa en ocasiones especiales. Este Mundial tambi¨¦n estuvo envuelto en algo que, por desgracia, es menos festivo: la explotaci¨®n laboral de quienes construyeron los estadios y trabajaron en ellos y otras violaciones de derechos humanos.
Hoy casi nadie recuerda que miles de trabajadores migrantes perdieron su dinero, su salud e incluso su vida para que los mejores futbolistas nos regalaran una de las mejores finales de la historia. Gracias a la presi¨®n internacional, FIFA se comprometi¨® a aplicar una pol¨ªtica de derechos humanos para impedir que se repitan estos abusos. Pero, en un giro de guion que ya a nadie pilla por sorpresa, han anunciado que Arabia Saud¨ª (pa¨ªs que acoge la Supercopa espa?ola y que patrocina LaLiga) opta a albergar el Mundial de 2034. Si alguien piensa que Amnist¨ªa Internacional est¨¢ en contra de la celebraci¨®n de este Mundial, se equivoca. Nos gusta jugar todos los partidos y creemos que ¨¦ste debe ser una oportunidad para dar minutos a quienes no los tienen por sus ideas, g¨¦nero u orientaci¨®n sexual.
Hay tiempo para que FIFA trabaje con Arabia Saud¨ª pero hoy es complicado suponer que la situaci¨®n en este pa¨ªs sea compatible con la pol¨ªtica de derechos humanos de FIFA. Las mujeres son tratadas como ciudadanas de segunda ¨Cincluso encarceladas por reclamar sus derechos, como Salma al Shehab¨C y centenares de ejecuciones y condenas a muerte cada a?o ¨Ccomo la impuesta a Mohammad al Ghamdi por tuitear¨C, no son el mejor ejemplo de un pa¨ªs que ha contratado a estrellas como Benzema, Neymar o Cristiano Ronaldo para su competici¨®n dom¨¦stica, y que en los ¨²ltimos a?os se est¨¢ alzando con otro trofeo: el campe¨®n del sportswashing o blanqueo deportivo. Es decir, la estrategia mediante la cual las autoridades buscan limpiar su oscura imagen, sobre todo fuera de sus fronteras, a trav¨¦s del deporte.
FIFA ingres¨® m¨¢s de 7.500 millones de d¨®lares con el Mundial de Qatar. Prometi¨® una revisi¨®n de las medidas que deb¨ªa tomar en el futuro para conceder la organizaci¨®n de estos eventos. En sus planes, seguramente est¨¢ ingresar a¨²n m¨¢s dinero. Lo que no est¨¢ tan claro son sus planes sobre derechos humanos. Queda mucho para que el bal¨®n ruede en Arabia Saud¨ª pero ahora, m¨¢s de diez a?os antes del partido inaugural, FIFA puede haberse marcado un gol en propia puerta.
Autor: Carlos de las Heras, responsable de deporte y derechos humanos en Amnist¨ªa Internacional Espa?a.
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