Cuando el f¨²tbol deja de ser f¨²tbol
La semana pasada el f¨²tbol sigui¨® rodando en Copa del Rey, continu¨® en LaLiga y anoche en la Champions, pero no sigui¨® igual. La gente se sent¨® en los estadios y frente a los televisores y vio esos partidos, pero no los vio del todo. Se celebraron los goles, pero a la vez no se celebraron. Porque cuando algo sacude la normalidad de un modo tan rotundo como la DANA en Valencia, el f¨²tbol parece una diversi¨®n fr¨ªvola.
La cercan¨ªa temporal de la tragedia, que no ha terminado ni remotamente, aconsejaba la suspensi¨®n de la pasada jornada de Liga, pero no se hizo. Los propios jugadores lo sufrieron. Todos mostraron su cara m¨¢s humana, que est¨¢ ah¨ª porque lo son, aunque a veces no lo parezca. Ferran Torres, nacido en Foios, no jug¨®. ¡°Dijo que no se sent¨ªa capaz de venir al partido. Lo estaba pasando mal¡±, revel¨® Flick en rueda de prensa. Otros que s¨ª jugaron lo hicieron afectados como Pablo Fornals que termin¨® llorando en banda por sus amigos y conocidos, o como Miguel Guti¨¦rrez quien tras anotar gol despleg¨® una camiseta que dec¨ªa: ¡®Va por ti, Henry¡¯. Henry es Enrique, un amigo suyo cuya madre est¨¢ desaparecida porque se la llev¨® la corriente.
Muchos han pedido que se suspendan todos los partidos, m¨¢s all¨¢ de aplazamientos puntuales de los equipos de la Comunitat Valenciana. Pero, ?por qu¨¦ solo suspender el f¨²tbol y no el resto de espect¨¢culos, por qu¨¦ no suspender el teatro, el cine o los conciertos, por qu¨¦ no cerrar restaurantes, bares o tiendas? ?Por qu¨¦ al f¨²tbol se le presupone un compromiso mayor? ?No hay un poco de hipocres¨ªa en esta demanda? No lo s¨¦, supongo que porque ning¨²n lugar re¨²ne a tanta gente como el f¨²tbol y no hay otro escenario donde se celebre de este modo la comunidad y la identidad. Y si el f¨²tbol pretende ser espejo del pueblo, el pueblo no est¨¢ estos d¨ªas para celebrar nada. Aunque, por otra parte, tampoco hay otro lugar desde el que poder mandar un apoyo colectivo tan un¨¢nime como desde un estadio lleno. Ha pasado siempre y seguir¨¢ pasando. En situaciones de trauma colectivo como la que estamos viviendo, el f¨²tbol es y deja de ser f¨²tbol.