Cuando el cuerpo vence a la mente
Nadal anunci¨® su retirada en diferido, es decir, si todo va bien en 2024. Algo que todos sab¨ªamos que iba a ocurrir, pero que cuando lo o¨ªmos nos dej¨® con el coraz¨®n compungido y aferr¨¢ndonos a las grandes memorias que este excelso deportista nos ha dejado a lo largo de su carrera.
Su rueda de prensa nos mostraba a un ser humano tranquilo, conocedor de la importancia de lo que nos estaba contando, pero mirando al futuro. No vimos derrotismo, victimismo o ganas de dar pena. Muy al contrario, vimos fortaleza, capacidad de superaci¨®n y aceptaci¨®n, porque en la vida hay cosas que no est¨¢n bajo nuestro control. Su frase, ¡°no tomo yo la decisi¨®n, sino que lo hace mi cuerpo¡±, explica claramente la excelente toma de conciencia de Nadal sobre su situaci¨®n real.
La figura de este tenista va m¨¢s all¨¢ de lo que es su juego, de todo lo que ha ganado porque, sobre todo, nos muestra a un ser humano que a trav¨¦s del esfuerzo e incluso del sacrificio personal en numerosas ocasiones, ha conseguido hitos que dif¨ªcilmente volveremos a ver en otros deportistas.
?Qu¨¦ nos ha demostrado durante tantos a?os?
Lo primero que nos viene a la mente en su fuerza mental, pero a que nos referimos cuando utilizamos esas dos palabras. La fuerza mental se relaciona con la capacidad que tenemos los seres humanos para gestionar nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Todos tenemos una vocecita en la cabeza que, demasiadas veces, nos sabotea y nos dice que no vamos a poder conseguirlo, que no seremos capaces o que el otro ser¨¢ mejor que nosotros. Nadal no solo no tiene esa voz, sino que utiliza la contraria. Es decir, es capaz de hablarse a s¨ª mismo con una fuerza inusitada que le hace seguir confiando en la victoria a pesar de que todo el mundo, los que le siguen y los que est¨¢n en su contra, pensamos que perder¨¢. Incluso cuando la tan actualmente manida inteligencia artificial le da s¨®lo un 4% de posibilidades de ganar, Rafa es capaz de darle la vuelta y mostrarle a esta inteligencia que hay seres humanos que no pueden ser calificados por una m¨¢quina.
Adem¨¢s de la vocecita, las emociones tambi¨¦n influyen en la fuerza mental de una persona. En este caso, Nadal siempre se ha mostrado como un deportista que las gestiona bien. Nunca le hemos visto tener una reacci¨®n irracional, como romper una raqueta o ser violento consigo mismo o con un rival. Es m¨¢s, en las ocasiones que le hemos visto discutir con otro tenista o con un juez, siempre lo ha hecho desde la educaci¨®n y el respeto. Esta gesti¨®n emocional cuando las pulsaciones est¨¢n por encima de las 180 se entrena desde peque?o. Su frase, ¡°si cuando las cosas salen mal nos rendimos, entonces estaremos entrenando la frustraci¨®n¡±, nos explica claramente como su entrenamiento mental no permite que emociones negativas le secuestren en los momentos de la verdad. Algo que nos invita a los que somos padres a entrenarlo en nuestros hijos, porque les ser¨¢ muy ¨²til en sus vidas.
La tercera pata de su fortaleza mental son las rutinas poderosas que lleva a cabo en cada partido. Desde como sale a la pista dando brincos y saltos elevados que hacen que su nivel de activaci¨®n sea muy alto, hasta la manera de colocar las botellas siempre igual, pasando por el ritual que tiene antes de cada saque o resto donde se toca la nariz, el pelo, el pantal¨®n, etc. Todo ello le permite mantener la concentraci¨®n y el foco puesto en llevar a cabo perfectamente dichas rutinas. ?Para qu¨¦ lo hace? La respuesta es sencilla, si su mente est¨¢ en que las botellas est¨¦n en el orden establecido, le ser¨¢ m¨¢s complicado tener pensamientos negativos relacionados con lo bien que est¨¢ jugando el rival, con que si el p¨²blico est¨¢ en su contra o si su ¨²ltima bola fallada ha sido un error no forzado. Los rituales en el saque le permiten aprovechar al m¨¢ximo esos 20 segundos que cada jugador tiene para sacar, de hecho, los aprovecha tanto que ha recibido varios avisos por este motivo en su carrera.
Hay un cuarto punto que es su tolerancia al dolor. Le hemos visto sufrir por diferentes lesiones, pero nunca abandonar. Hemos visto incluso a parte de su equipo llorando pidi¨¦ndole, casi suplic¨¢ndole que se retirara y ¨¦l segu¨ªa jugando por respeto al rival, a los aficionados y, sobre todo, al deporte que ama. Ese dolor que a veces hemos visto, lo sent¨ªa tambi¨¦n en numerosos entrenamientos, en momentos donde nadie m¨¢s era consciente del sacrificio que estaba dispuesto a llevar a cabo por seguir compitiendo.
Sin embargo, todo lo dicho hasta ahora no ha sido suficiente para permitirle seguir durante 2023 dedic¨¢ndose al deporte que ama. Como ¨¦l indicaba, el sufrimiento diario le afectaba tambi¨¦n en la parte personal. Y, probablemente aqu¨ª, es donde la decisi¨®n de parar toma forma y acaba convirti¨¦ndose en la realidad que es hoy. Detener los entrenamientos, los exigentes horarios, los esfuerzos sobrehumanos para dedicarse a cosas que como ¨¦l mismo dijo, ¡°no he podido hacer en 20 a?os¡±.
Priorizar la vida personal sobre la profesional en un deportista de ¨¦lite es una decisi¨®n de un nivel de conciencia y de autoconocimiento sublimes. Hacerlo adem¨¢s para volver mejor en 2024 implica una capacidad de visualizaci¨®n excepcional. Para conseguirlo, Nadal necesita recuperarse de la lesi¨®n, pero tambi¨¦n necesita escuchar a su cuerpo, d¨¢ndole el descanso merecido del guerrero.
Cuando lo consiga, se estar¨¢ dando la oportunidad de disfrutar del desfile final. Esa parada donde todos los que hemos vibrado con ¨¦l queremos celebrarle, alabarle y devolverle todos los momentos buenos que nos dio durante tantos a?os de carrera deportiva.
Necesita parar para avanzar, despedirse en la pista para mostrarnos que a¨²n puede ejecutar ese ¨²ltimo baile en el que todos los aficionados del mundo nos sintamos parte de sus pasos, de sus movimientos en el escenario ten¨ªstico internacional y podamos aplaudirle como alguien tan grande se merece.
Jos¨¦ Miguel S¨¢nchez, psic¨®logo deportivo