Cuando Camavinga era un revulsivo
?bamos por el minuto sesenta de la semifinal de Copa del Rey contra el Bar?a y me hice esta reflexi¨®n: ¡°Ser¨ªa un buen momento para que entrase en juego Eduardo Camavinga¡±. Fue como un reflejo, ya que he visto todos los partidos con el franc¨¦s desde que fich¨® por el Madrid y me acostumbr¨¦ a verle saltar al campo en las segundas partes. El problema es que, el jueves, Camavinga no estaba en el banquillo o calentando en la banda. El problema es que ya estaba sobre el c¨¦sped. Hab¨ªa impotencia del equipo blanco (?apat¨ªa?) frente al autob¨²s puesto por Xavi Hern¨¢ndez y mi compatriota formaba parte de esta impotencia.
Record¨¦ de forma precisa lo que ocurri¨® hace justo un a?o cuando irrumpi¨® contra el PSG en Champions y permiti¨® la revuelta y la consecuente victoria. Y le ech¨¦ mucho de menos. Poner a Camavinga de inicio no es hacerle un favor al Madrid, ni al jugador. Y menos en un puesto que no es realmente el suyo. El sustituto natural de Casemiro es ahora Aur¨¦lien Tchouameni, mucho m¨¢s preparado para las tareas defensivas (Camavinga hizo el error que desemboc¨® en el gol cul¨¦, tal y como pas¨® en Liverpool el 21 de febrero). Por todo ello, espero de verdad que el ex del M¨®naco sea titular hoy en Sevilla y que el ex del Rennes est¨¦ con los suplentes. No para castigarlo sino para darle una nueva oportunidad de lucirse. En la segunda parte.