Con Paredes, me siento segura
Otea el horizonte con la barbilla alta, el semblante serio y la mirada profunda. Siempre en una posici¨®n corporal lista para el inicio de una carrera en la que dar¨¢ absolutamente todo para que su rival, vista la camiseta que vista y juegue en la competici¨®n que juegue, no llegue al bal¨®n antes que ella. Para guardar la espalda de sus laterales, hoy Torrej¨®n y Rolf?; de las jugonas del centro del campo, en este caso Aitana, Walsh y Patri; de las delanteras que ocupan cada a?o los listados de m¨¢ximas goleadoras, ante el Chelsea Oshoala, Mariona y Hansen. Para ser el ¨²ltimo escollo antes de que hagan frente a una Sandra Pa?os que conf¨ªa en ella como le confiar¨ªa yo las llaves de casa en una de esas noches que se complican.
Como se complic¨® la tarde en el Camp Nou con el empate de Reiten en el 67¡ä. El gol de la noruega devolv¨ªa a la vida a un Chelsea que iba a pelear la eliminatoria hasta el final. A las inglesas, dirigidas por una Hayes incansable en la banda, nunca se las puede dar por muertas. Pero ah¨ª estaba para apagar los fuegos surgidos una central que ronda el 1¡ä80 y que impone tanto como manda en el centro de la defensa, en la que la acompa?a una Mapi Le¨®n de gesto amable, pero igual de contundente. La 2 del Barcelona podr¨ªa ser tu guardaespaldas, pero es un muro infranqueable. Una pared. O m¨¢s bien varias. Es Irene Paredes. Y con ella, el Bar?a se siente seguro. Yo tambi¨¦n lo har¨ªa.