Casad¨®, otro milagro en ¡®Hansilandia¡¯
Hansi. Flick es, sin duda, uno de los personajes de la temporada. ¡°Ya tenemos entrenador¡±, cuentan que le dijeron Deco y Bojan a Laporta despu¨¦s de verse con el alem¨¢n en Londres cuando el presidente ya hab¨ªa decidido bajarle el pulgar a Xavi. Tanta firmeza en el mensaje, sin embargo, resultaba dif¨ªcilmente cre¨ªble para alguien que no hab¨ªa trabajado fuera de su pa¨ªs y que, l¨®gicamente, desconoc¨ªa por completo el entorno del Bar?a m¨¢s all¨¢ de la pu?alada hist¨®rica que le hab¨ªa clavado con el 2-8 de Lisboa. Criado en un entorno familiar humilde en M¨¹ckenloch (¡°agujero de los mosquitos¡± es la traducci¨®n literal del pueblito de la cuenca del r¨ªo Neckar donde naci¨®), all¨ª todav¨ªa lo recordaban este verano en el BSC, su primer club, levant¨¢ndose para correr a las siete de la ma?ana cuando era jugador del Bayern. M¨¢s all¨¢ de sus conocimientos t¨¢cticos y su fanatismo por jugar adelantado (el Bar?a ya ha provocado m¨¢s de 100 fueras de juego), su austeridad est¨¢ siendo su gran ¨¦xito en sus primeros meses. De puertas para adentro, Flick se mueve en una dif¨ªcil contradicci¨®n. Inflexible como para dejar sin jugar a Kound¨¦ en Vitoria por llegar tarde a la reuni¨®n de grupo, humano para abrazar a los suplentes que se quedan sin jugar en Belgrado; o para pedirle perd¨®n a un futbolista por no ponerlo en el once. ¡°No me has dado ninguna raz¨®n para dejarte en el banquillo¡±, le dijo hace unas semanas a uno de sus defensas. A ese ideario s¨®lo se sobrevive con una honestidad brutal.
Id¨ªlico. En Hansilandia, ese planeta perfecto en el que se ha convertido el Bar?a desde que empez¨® la temporada, todo sale bien. El ¨²ltimo milagro se llama Marc Casad¨®. Hace menos de un a?o, era un futbolista tasado en unos modest¨ªsimos 600.000 euros y su futuro en el Bar?a no estaba nada claro. Como ha admitido uno de sus primeros entrenadores, Carles Mart¨ªnez (ahora en el Toulouse), no es el m¨¢s fuerte, el m¨¢s t¨¦cnico ni el m¨¢s r¨¢pido. Pero s¨ª el m¨¢s tenaz. Esta temporada era de nuevo el eslab¨®n d¨¦bil de la cadena. Flick parec¨ªa haber elegido al jovenc¨ªsimo Marc Bernal como su mediocentro de referencia. Pero el chico se rompi¨® en Vallecas pocos d¨ªas antes de que se cerrase el mercado. Sin mediocentros, el Bar?a pens¨® en un fichaje algo estramb¨®tico (Bajcetic) pero, por una vez, mantuvo la calma y volvi¨® a mirar a La Masia. Casad¨® cerr¨® los ojos, se agarr¨® fuerte a la atracci¨®n, y ha hablado en el campo. Su constancia ha tenido premio. Es el recambio oficial de Rodrigo, Bal¨®n de Oro con may¨²sculas, en la lista de Luis de la Fuente. Otro milagro en Hansilandia.