Resiliencia. Es la palabra que define a este equipo que, a pesar de todas las piedras del camino, hizo historia. La Selecci¨®n no ha tenido una traves¨ªa f¨¢cil hasta la cima. Ha sido una batalla que ha transcendido m¨¢s all¨¢ del c¨¦sped. Han luchado contra viento y marea, contra los gigantes del f¨²tbol femenino sin arrugarse y contra las zarpas del machismo que intentaron apagar sus voces, contra una sociedad que no ve¨ªa a las mujeres jugando al f¨²tbol y contra todos los que no creyeron en ellas.

Porque estas jugadoras tuvieron que ganar una Copa del Mundo para que, al fin, se les escuchase. M¨¢s all¨¢ de las pol¨¦micas y de todo lo que sucedi¨® despu¨¦s del mayor triunfo del f¨²tbol femenino espa?ol, estas jugadoras consiguieron unir a todo un pa¨ªs en la defensa de unos derechos que hace bien poco no parec¨ªan tan importantes. Ahora tienen voz y la est¨¢n sabiendo utilizar para combatir por una igualdad que era imposible. Las Jenni, Alexia, Mariona, Tere, Esther o Aitana son m¨¢s que futbolistas. Son referentes. En Australia y Nueva Zelanda, Espa?a se llev¨® una estrella que es mucho m¨¢s que un ¨¦xito deportivo. Es un ¨¦xito de la sociedad.

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