Campanas y botafumeiro
Hay una ley escrita por ah¨ª, supongo que en piedra, o en madera, que aconseja no lanzar las campanas al vuelo por un par de buenos partidos: nos ha fastidiado. La prudencia es uno de los pilares b¨¢sicos del inmovilismo, una cultura que suele terminar con el Partido Popular gobernando Galicia, mi abuela Saladina mil pesetas m¨¢s rica, y el Real Madrid celebrando Copas de Europa en una fuente decorada con una diosa de piedra. A partir de aqu¨ª, que cada cual saque sus propias conclusiones sobre la conveniencia de seguir rindiendo pleites¨ªa a las leyes escritas del f¨²tbol. ?C¨®mo no va a lanzar las campanas al vuelo una afici¨®n que imagin¨® una traves¨ªa por el desierto para la que no parec¨ªa haber dunas suficientes en el mundo? Hasta la misi¨®n a Marte nos parec¨ªa un atajo aceptable, con toda la NASA entregada a la b¨²squeda de nuevos arenales que los cul¨¦s recorrer¨ªamos con l¨¢grimas en los ojos pensando que, por fin, nos acerc¨¢bamos al final. ?C¨®mo imaginar un destino diferente tras el adi¨®s de Messi, tras la presidencia del caballo de Atila, tras una pandemia mundial y no s¨¦ cu¨¢ntas desgracias m¨¢s, enlazadas una tras otra?
Y, sin embargo, aqu¨ª estamos: felices como perdices porque, a fin de cuentas, el desierto result¨® ser una playa muy mal se?alizada, sin socorrista ni chiringuito, pero playa, al fin y al cabo. Los resultados de Anoeta y el Pizju¨¢n, dos de los campos m¨¢s minados de esta Liga, son un impulso moral que no se debe despreciar en un equipo que termin¨® canino la pasada temporada y ha empezado esta fam¨¦lico perdido, intuyendo luz al final del t¨²nel y, lo que resulta m¨¢s alentador del asunto: bien podr¨ªa ser la luz de la cocina.
A ver qui¨¦n es el aficionado cul¨¦ que no se atreve a lanzar las campanas al vuelo cuando ?ric Garcia enlaza dos jornadas sin dejar propina a los delanteros. O viendo a Demb¨¦l¨¦ tan enchufado como si estuviera jugando al Fortnite, en lugar de al f¨²tbol. O a Kound¨¦ y Raphinha montando una peque?a banda junto a la cal. O a Lewandowski haciendo cosas de Lewandowski. Que no lancemos las campanas al vuelo, dicen¡ Pues d¨¦jennos, al menos, agitar un poco el botafumeiro.