Cada raquetazo de Nadal es un regalo
Cada raquetazo de Rafael Nadal ha sido un regalo para los aficionados, para su pa¨ªs, para el tenis, para el deporte mundial¡ Hay que agradecer cada uno de ellos desde aquel 2005 en el que nos puso a so?ar con su primera conquista en Roland Garros. 17 a?os despu¨¦s, Nadal suma ya 14 t¨ªtulos en Par¨ªs, un r¨¦cord sideral, para un total de 22 Grand Slams, m¨¢s que nadie en la historia. Adem¨¢s de 36 Masters 1.000, cinco Copas Davis, 209 semanas en el n¨²mero uno, dos oros ol¨ªmpicos¡ Paren un momento a analizar esos n¨²meros. Mucho m¨¢s de lo que hubiera alcanzado la imaginaci¨®n m¨¢s optimista. Mucho m¨¢s de lo que el propio Rafa hubiera esperado nunca. Cada raquetazo ha sido un regalo. Como lo seguir¨¢ siendo cada raquetazo que resuene en el futuro inmediato. Hay que saborear cada uno como si fuera el ¨²ltimo, porque, efectivamente, cada vez quedan menos. No sabemos cu¨¢ntos.
Ojal¨¢ Nadal no se retire nunca, ojal¨¢ fuera eterno, pero a sus 36 a?os, y con el deterioro f¨ªsico que marca la alta competici¨®n, hay un final escrito en alg¨²n lugar del tiempo. No muy lejano. Con esa sensaci¨®n afrontamos la pasada temporada. Siempre con la agon¨ªa de que estuvi¨¦ramos presenciando el ¨²ltimo baile. Su lesi¨®n degenerativa en un pie, ese intenso dolor que le acompa?a desde el principio de su carrera, amenazaba con precipitar su adi¨®s. Antes de Australia estuvo valorando la retirada. En Roland Garros compiti¨® anestesiado. Le hemos visto cojear en varios torneos. O inventarse un servicio diferente para solventar sus problemas abdominales. Hemos vivido el 2022 con el coraz¨®n encogido.
Aun as¨ª, a pesar de todas las adversidades, Nadal cubri¨® un brillante curso, con dos t¨ªtulos de Grand Slam, el ¨²nico tenista del circuito en repetir un grande, y con el n¨²mero dos de la ATP. Esos ¨¦xitos en una campa?a tan irregular animan a Rafa, y animan a los aficionados, para encarar la temporada 2023 con la esperanza de que todav¨ªa le quedan balas por disparar. Una o diez. Nadie sabe cu¨¢ntas. Por su parte, ni siquiera ha cerrado el cap¨ªtulo de la Davis, que ya cre¨ªamos clausurado. Todo lo que venga, ser¨¢ un nuevo regalo. Gracias.