Superliga, liga Europea, liga aspirante
La UEFA, con la ECA, afina la idea de tres divisiones de 18. Entre la segunda y la tercera habr¨ªa cuatro ascensos y cuatro descensos. Entre la primera y la segunda s¨®lo dos, pues los del club pata negra no quieren riesgos.
Hace un siglo, nuestro f¨²tbol se desarrollaba en unos campeonatos regionales, liguillas cuyo campe¨®n (y el segundo, a partir de cierto momento) jugaban la Copa a eliminatorias de ida y vuelta. El ganador era el campe¨®n de Espa?a.
El naciente profesionalismo exig¨ªa m¨¢s partidos entre los mejores y para la 28-29 se import¨® de Inglaterra el modelo Liga, todos contra todos. Los campeonatos regionales quedaron tocados y acabaron por desaparecer. El mismo proceso vivieron por la ¨¦poca todos los pa¨ªses europeos.
Pasado un siglo, toca un cambio de escala. Los campeonatos regionales ser¨ªan hoy las ligas nacionales; la Copa ser¨ªa ahora la Champions, que ofrece pocos partidos entre los mejores, a los que el modelo se queda peque?o.
As¨ª vino la idea de la Superliga, cuya propuesta fracas¨® porque era un contradi¨®s: un grupo cerrado, formado por cooptaci¨®n entre unos conjurados, sin ascensos ni descensos, con 12 miembros fijos y 4 wild cards (invitaciones) cada a?o a gusto de los fundadores. Naufrag¨® porque Bayern, Borussia y PSG rehusaron y al segundo d¨ªa el big six ingl¨¦s (United, City, Liverpool, Arsenal, Chelsea y Tottenham) se arrug¨® ante la reacci¨®n del pa¨ªs. Y luego el Atl¨¦tico, el Inter y el Mil¨¢n.
(La Liga no se cre¨® ajena a los m¨¦ritos deportivos: la formaron los seis que hab¨ªan ganado alguna vez la Copa, los tres finalistas derrotados, m¨¢s el ganador de un torneo de aspirantes para completar diez. Y naci¨® con una Segunda Divisi¨®n y con ascensos y descensos).
Aquel mal proyecto s¨ª sirvi¨® para acelerar el inevitable proceso. La UEFA lleva a?os dando m¨¢s espacio a las mejores ligas (la Copa de Europa empez¨® con el campe¨®n de cada pa¨ªs, ahora van cuatro de las grandes ligas y los de las menores pasan unos filtros que les depositan en la Conference League o en la Europa League), pero aquella revuelta y la insistencia de fondos americanos en invertir en un campeonato a lo grande le obligan a apretar el paso. Federaciones internacionales que no vieron a tiempo el poder del dinero perdieron el control: FIA-FOCA, FIM-Dorna, ITF-ATP, FIG-PGA¡
La UEFA, con la ECA, afina la idea de tres divisiones de 18: Superliga, Liga Europa y Liga Aspirante. Entre la segunda y la tercera habr¨ªa cuatro ascensos-descensos. Entre la primera y la segunda s¨®lo dos, pues los del club pata negra no quieren riesgos. A¨²n amenazan con partir peras por separado si el fallo del TJUE, que esperan para el martes 18, es contrario al monopolio de la UEFA. Y pretenden que su descenso no lo decida la mala clasificaci¨®n de un a?o, sino el promedio de los tres o cinco ¨²ltimos. No quieren que una mala temporada les descienda.
Hay cosas por resolver. Meter de golpe 34 partidos europeos ser¨ªa un destrozo del calendario; lo suyo ser¨ªa partir cada divisi¨®n en dos grupos, con una fase final. Luego est¨¢ el papel de las ligas nacionales. Se sugiere que el t¨ªtulo o buen puesto en la liga propia d¨¦ un bonus en dinero, y quiz¨¢ en puntos en la clasificaci¨®n de la Superliga. Los clubes podr¨ªan ampliar sus plantillas a 34 jugadores para atender al frente europeo y al nacional.