Gan車 el que ten赤a a Jude Bellingham
El ingl谷s lleva 13 goles en 13 partidos, la media perfecta, la matr赤cula de honor que s車lo alcanzan en los mejores a?os de su carrera los grandes goleadores de la historia
No estaban ni Messi ni Cristiano, los hombres que han definido el cl芍sico durante la reciente edad de oro. Y a falta de ambos gan車 el equipo que ten赤a a Bellingham. No le hizo falta al Madrid jugar mejor que el Bar?a, digamos que jug車 peor durante la primera hora y s車lo durante la 迆ltima media mejor, pero una vez m芍s resolvi車 el partido por la extraordinaria contundencia de este hombre, al que cada vez que me cuesta menos comparar con Di St谷fano, cosa que nunca pens谷 que dir赤a de jugador alguno. Pero semana tras semana tengo la impresi車n de que nos hallamos ante un futbolista superior, capaz de manejar el equipo y de llegar a gol.
En Montju?c lo tuvo dif赤cil por el incesante acoso de Gavi, ese colosal interior que va y viene, que supo secarle en muchas ocasiones y le gan車 balones hasta por alto pese a la diferencia de estatura. Mejor車 cuando tuvo el refuerzo de Modric, con el que el juego madridista tuvo m芍s hilaz車n, y tambi谷n porque el Bar?a, con el 1-0, el lamento mental por los dos palos que le impidieron mejorarlo, y la fatiga, se fue haciendo prudente de forma progresiva. En esa fase consigui車 imponerse a Gavi, coprotagoniz車 con Modric los minutos de mejor juego de los suyos y sobre todo resolvi車 con dos goles muy diferentes: el primero, un tirazo desde fuera con tal velocidad que Ter Stegen lo midi車 mal; el segundo, de cazagoles de borde de 芍rea chica, cazando con piller赤a un bal車n escapado del control de Modric. Un tanto nacido de un golpe de suerte, desde luego, pero que pudo marcar porque estaba all赤, entre el punto de penalti y el 芍rea chica, donde se pescan los atunes. Ese es su gran valor, su condici車n distefanista: estar por tantas partes y tambi谷n aparecer ah赤, infatigable, cuando ya entr芍bamos en el descuento del partido. Porque el segundo de sus goles fue en la zona Cesarini, en la que tantos partidos ha resuelto el Madrid por su esp赤ritu indesmayable. Una virtud que le reconocen hasta sus peores enemigos, y que ahora encarna este muchacho ingl谷s, llegado en buena hora.
Son 13 goles en 13 partidos, la media perfecta, la matr赤cula de honor que s車lo alcanzan, y en los mejores a?os de su carrera, los grandes goleadores de la historia. Una sorpresa en un jugador que en su 迆ltima temporada en el Borussia, obviamente la mejor, pues en las anteriores era todav赤a un jugador en formaci車n, hizo 14 en 42 partidos. Una media muy jugosa para un centrocampista, s赤, pero nada que ver con esto. Y lo m芍s llamativo es que sus goles han sido muy diferentes, como lo fueron los de ayer entre s赤. Los hemos visto desde tal o cual distancia, de pie o de cabeza, con toque sutil y golpeo fuerte, f芍ciles, dif赤ciles y hasta uno imposible, aquel con bote y par芍bola antes de entrar por la escuadra. Pero siempre con mucha seguridad y sin apenas gastar disparos en salvas, pues su porcentaje de aciertos es descomunal: estos 13 goles los ha conseguido con s車lo 34 remates, 21 de los cuales fueron a porter赤a.
Eso, y no el Madrid como tal, fue lo que derrot車 a un Bar?a que mereci車 m芍s. Jug車 mejor la primera hora, marc車 pronto, dio dos tiros al palo y bien puede reclamar un grosero agarr車n en el 芍rea de Tchouameni a Araujo antes del descanso, pero las cosas son as赤: hay jugadores buenos, los hay muy buenos y por encima de estos quedan jugadores extratipo, que resuelven las cosas cuando con el resto no llega. De estos 迆ltimos fueron, y en su nivel siguen siendo, Messi y Cristiano, y de su mano estuvo la soluci車n de muchos cl芍sicos estos a?os. Ahora el que hay es Bellingham, y gan車 quien lo ten赤a en sus filas.
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