Bellingham provoca un m¨¢gico ¡®d¨¦j¨¤ vu¡¯ en San Mam¨¦s
Se promet¨ªan grandes emociones en San Mam¨¦s, pero el Real Madrid pas¨® por el partido sin despeinarse. Le ayud¨® un decepcionante Athletic, que pareci¨® sufrir la t¨ªpica insolaci¨®n de verano. Piernas pesadas, ideas cortas, escasa energ¨ªa y sensaci¨®n de embotamiento general. El ingreso de Sancet, el mejor del equipo por varios cuerpos de diferencia, le permiti¨® un respiro, sin m¨¢s noticias agradables para el equipo de Valverde. No dio ning¨²n motivo para el entusiasmo de la hinchada y tampoco el p¨²blico se empe?¨® en sacar del pantano a su equipo. San Mam¨¦s fue un monumento al silencio, excepto para silbar a Carvajal.
El Athletic fue presa f¨¢cil, v¨ªctima de un equipo que comienza la temporada con menos problemas en el juego que en el parte de bajas. A la grave lesi¨®n de Courtois se suma la de Militao, que tambi¨¦n sufre una rotura del ligamento cruzado de su rodilla. A un gran portero y a un gran central les esperan varios meses de baja por delante.
Como era la primera fecha del campeonato y algunos nuevos acontecimientos presid¨ªan el partido, el inter¨¦s residi¨® en la respuesta de Lunin en un campo donde el Madrid se siente apretado. Dijo mucho del encuentro que no hubo respuesta del portero ucraniano. No intervino en toda la noche, si por intervenci¨®n se entiende alguna parada de m¨¦rito. Habr¨¢ que esperar a la siguiente jornada para medir a Lunin, salvo que el Madrid haya tomado una decisi¨®n con el pr¨®ximo sustituto de Courtois.
Sin intervenir, Lunin no convenci¨® en el trabajo m¨¢s corriente de los porteros. Floje¨® con la pelota en los pies y transmiti¨® sensaci¨®n de inseguridad en algunas decisiones sencillas. Desde fuera se le detect¨® una tensi¨®n, en parte l¨®gica por el papel que le toc¨® interpretar y el escrutinio que sufr¨ªa, pero no aprovech¨® la comodidad del partido para reforzarse. En una noche donde s¨®lo se le pudo medir por los peque?os detalles, aprob¨® y gracias.
La gran novedad destacaba varios metros por delante de Lunin. Se presentaba Bellingham en San Mam¨¦s y en la Liga espa?ola. Ven¨ªa con las excelentes referencias de la pretemporada, donde jug¨® m¨¢s tiempo que nadie. Ancelotti le coloc¨® desde el primer d¨ªa en la media punta, seguro no s¨®lo de su talento y poder¨ªo, sino de su potencial como goleador. Frente al Athletic, Bellingham le dio m¨¢s motivos al t¨¦cnico italiano para empe?arse en la idea.
En ocasiones, las estrellas del f¨²tbol proyectan un d¨¦j¨¤ vu a su alrededor. Bellingham marc¨® el segundo gol del Madrid con un remate curioso, elevado a la categor¨ªa de pifia afortunada por algunos y de obra de arte por otros. Ah¨ª es donde entra el recuerdo de otro gol parecido y de otro jugador que debutaba en el Real Madrid. En 2002, el original Ronaldo entr¨® en el segundo tiempo del partido contra el Alav¨¦s. Un ingreso inolvidable, por otro lado. Apareci¨® y un instante despu¨¦s marc¨® con un derechazo que bot¨® en el suelo y entr¨® por la escuadra. Qued¨® claro que estaba bendecido.

El gol de Bellingham fue diferente por el tipo de remate, pero id¨¦ntico por la secuencia: el bal¨®n golpe¨® el suelo y se elev¨® dibujando una par¨¢bola imposible para Unai Sim¨®n. Conviene apuntar que, deliberado o no deliberado, Bellingham coloc¨® el cuerpo y el pie en la posici¨®n id¨®nea para que ocurriera lo que ocurri¨®. En cuanto al gol de Ronaldo, tambi¨¦n se produjo un peque?o debate sobre la intenci¨®n y el resultado de la intenci¨®n, hasta que la realidad se impuso y el fen¨®meno brasile?o demostr¨® que era capaz de marcar goles de todos los colores.
Bellingham no es un media punta al uso, o lo que anteriormente se entend¨ªa por media punta: un jugador de calidad con poco inter¨¦s en el empe?o defensivo y un recorrido corto. Digamos que Jude Bellingham es un media punta nominal y jugador para todo el campo. Se hizo notar mucho en San Mam¨¦s, donde la parroquia consider¨® que un fenomenal jugador ha llegado al Madrid y a nuestra Liga.