Bellingham, rey del espacio
La fiesta permanente en la que vive este Madrid feliz dej車 otra noche de celebraci車n colectiva e individual. Si ahora se trata de agrandar las buenas sensaciones, Ancelotti estar芍 m芍s que satisfecho por lo que hizo su equipo ante el Alav谷s. Nunca flirte車 con la dispersi車n, jug車 con la autoridad en las 芍reas que le distingue y se esmer車 en la presi車n para no confundir el camino a Wembley. Fue un Madrid result車n y contundente al mismo tiempo, que cont車 con un Bellingham superlativo. Se pareci車 al de principio de temporada, con todas sus cualidades y estrella intactas, al que se extra?車 en alg迆n tramo de la misma. En Bellingham hay varios jugadores en uno: el que trabaja, el que construye, el que asiste y el que remata. Todas esas versiones surgieron con fuerza contra el Alav谷s a base de una movilidad continua que le hizo presidir el partido a su antojo.
Porque Bellingham est芍 en todos los sitios y no termina de estar en ninguno. Esa, quiz芍, sea su principal virtud. Aparecer y desaparecer, ir y venir. Es capaz de atacar el espacio en rupturas cortas, escurrirse a los centrales y laterales rivales con desmarques oportunos, asomar en zona de creaci車n para dirigir el juego y levantar la cabeza para encontrar a los compa?eros. El Alav谷s sufri車 su imperio futbol赤stico sin poder ofrecer resistencia alguna como se advirti車 con el protagonismo destacado del ingl谷s en cuatro goles. Nunca le detect車 y nunca le achic車 esos espacios que maneja como pocos. Cuando Bellingham padeci車 ese apag車n goleador, entr車 en discusi車n su verdadera dimensi車n. Pero 谷l se ha encargado de dinamitar cualquier tipo de debate. En eso se parece a Courtois.
El iniciador

Bellingham se abre para dar continuidad al juego desde abajo. Despu谷s conecta con Rodrygo, sigue la jugada para recibir entre l赤neas y cambia al otro lado para que Valverde finiquite.