Bar?a y Madrid viven en dos planetas
Un d¨ªa maravilloso en Barcelona, un escenario espectacular y casi 40.000 espectadores en la monta?a m¨¢gica para ver a un equipo que ya es una cultura en la masa social cul¨¦. Seguramente, el mayor orgullo de la instituci¨®n en estos d¨ªas dif¨ªciles de su econom¨ªa.
El Bar?a demoli¨® al Madrid a lomos de su segunda Bal¨®n de Oro, Aitana, que hizo el 1-0. Pero tambi¨¦n de, seguramente, la mejor banda derecha del mundo: Lucy Bronze y Graham Hansen jugaron a su antojo junto a Bonmat¨ª en la primera parte, que pudo acabar ya con un resultado de esc¨¢ndalo. Ona Batlle ha sido un refuerzo excelente porque hace al equipo profundo desde la banda y permite que Salma se meta hacia dentro y se asocie con Mariona, una futbolista con menos fama que otras, pero con una lectura del f¨²tbol privilegiada. Al Bar?a ni siquiera le hicieron falta una versi¨®n s¨²per de Patri o Mapi, ni milagros en la porter¨ªa de Cata Coll. Y Alexia (¡°s¨®lo hay una reina, Alexia Putellas¡±, grita la grada del Llu¨ªs Companys) lo pudo ver sentada c¨®modamente en la grada.
Bar?a y Madrid viven hoy en dos planetas distintos. Mientras las blancas est¨¢n empezando el trabajo y necesitan tiempo, las azulgrana son s¨²perelite. Se lo han ganado. Han hecho una inversi¨®n potente, han trabajado con seriedad, tienen dos Balones de Oro y son las reinas del mundo. Se han cre¨ªdo el f¨²tbol femenino y merecen un aplauso. Sus problemas ahora son otros y tienen que ver con el ¨¦xito. Renovar a jugadoras que, como Alexia, empiezan a ser empresas, ya no es tan sencillo. Es el precio de la gloria y eso lo tendr¨¢ que gestionar bien la directiva de Laporta.
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