Se imaginan a Mascherano sin Messi, a Xabi Alonso sin Vinicius, a Simeone sin Juli¨¢n, a Kompany sin Kane, a Maresca sin Palmer o a Chivu sin Lautaro. Pues Pep Guardiola dej¨® a Haaland en el banquillo en el estreno del Mundial ante el Wydad Casablanca para sorpresa de todo el mundo. Hasta Luis Enrique, v¨ªctima de sus propias rotaciones, no pudo prescindir de Vitinha. Incalculable el quilombo que provocar¨ªa si eso sucede en otro club con su m¨¢xima estrella.

Hace unos d¨ªas el entrenador espa?ol afirmaba que su irregular temporada le hubiera dejado en la cola del paro en cualquier otro lugar del mundo. Es cierto. Guardiola lo es todo en el Etihad y con ¨¦l hay patente de corso. Se le permite y se le da todo. Quiere un lateral zurdo, un medio y un 10... Llegan a golpe de talonario A?t-Nouri, Reijnders y Cherki. El otro d¨ªa decide que Haaland necesita un descanso por sus partidos con Noruega. Pues fuera del once y aqu¨ª no ha pasado nada. Haaland debe ser titular en el 99% de los partidos de este City para todo ser mortal. Guardiola tiene el poder de que no sea as¨ª. Y pelillos a la mar. No hay malas caras ni runr¨²n con Haaland.

Osad¨ªa o irresponsabilidad, Haaland jug¨® media hora ante el campe¨®n marroqu¨ª. Privarse voluntariamente del mejor delantero puro del mundo es una heroicidad que solo est¨¢ a la altura Guardiola. Y que Haaland lo acate y lo asuma sin rechistar, ya es de matr¨ªcula. Se imaginan el l¨ªo que se montar¨ªa en otro equipo si Haaland no puede aspirar a ser m¨¢ximo goleador del Mundial del Clubes por el banquillazo en el estreno. Embrollo Mundial menos para Guardiola y su Manchester City.

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