Aviso y pitos
El aviso que dio el Leipzig el pasado mi¨¦rcoles en el Bernab¨¦u, que no fue el primero que recib¨ªa el Madrid, puso de manifiesto el rumbo descendente que llevaban los blancos desde hace m¨¢s o menos un mes. Ya en la ida en Alemania se hab¨ªan visto muchas dificultades para controlar a ese equipo rumboso que, si llega a tener mejores delanteros, pod¨ªa haber dejado a los de Ancelotti en un socav¨®n negativo hasta final de temporada. Hubo adem¨¢s otros partidos peliagudos que no pudo sacar adelante, Atl¨¦tico, Rayo y Valencia, o lo hizo con dificultades como ante el Sevilla. S¨®lo con el Girona pudo aliviarse con una victoria que se demostr¨® cosm¨¦tica.
Por diversas razones, la plaga de bajas es una de ellas, aquel equipo f¨ªsicamente arrollador que se vio los primeros meses ha bajado su nivel. Por una parte, le cuesta mucho recuperar la pelota porque la presi¨®n que realiza ya no es tan intensa y los rivales llegan con asiduidad al ¨¢rea de Lunin, que est¨¢ parando mucho porque le tiran mucho. Con la posesi¨®n, la pelota no circula tan veloz como antes y eso cierra muchas puertas en el ataque y te expone a p¨¦rdidas peligrosas. Como Carletto sab¨ªa de estos problemas, decidi¨® protegerse ante los alemanes: si no estamos para lujos, vayamos a asegurar. Pero eso, que puede servir en otros campos, fue contestado con los pitos de la grada al descanso, record¨¢ndole que en este escenario no vale todo y que debe ser el equipo el que tire del p¨²blico. La gente quiere v¨¦rtigo y atrevimiento, aunque esto suponga asumir m¨¢s riesgos, porque de ah¨ª surgi¨® la m¨ªstica de ese estadio. El aviso est¨¢ dado, veremos si hay tiempo para recuperar din¨¢micas.