Asier Mart赤nez reba?a hasta el hueso
Las grandes marcas no significan consistencia en la pista, pero la consistencia suele dar r谷dito en los grandes acontecimientos. Asier Mart赤nez ha entrado en el atletismo con la p芍tina de atleta seguro, fiable en las competiciones, due?o de un car芍cter que le agranda en los momentos decisivos, generalmente frente a rivales precedidos por m芍s fama y mejores marcas. En la r芍nking mundial del a?o, el vallista navarro no figuraba entre los 30 mejores del mundo. Le importa poco el puesto y le motiva la competici車n. Finalista en los pasados Juegos Ol赤mpicos de Tokio y cuarto en el Mundial de pista cubierta que se disput車 en Belgrado, en Eugene conquist車 el bronce en unas condiciones que requer赤an nervios de acero.
Fue una prueba extra?a, salpicada de ausencias y conflictos. El jamaicano Parchment, campe車n ol赤mpico en Tokio, no particip車 y dej車 libre una de las calles centrales. Todo apuntaba a un 谷xito completo del equipo estadounidense, con dos atletas -Grant Holloway y Devon Allen- entre los cinco m芍s r芍pidos de la historia en los 110 metros vallas. El tercero, Trey Cunningham, se acercar芍 al r谷cord mundial en las pr車ximas temporadas. En la calle exterior, Asier Mart赤nez esperaba.
La primera salida fue falsa, seg迆n el ultrasensible medidor electr車nico. Devon Allen, atleta de gran prestigio durante sus d赤as en la Universidad de Oregon y posteriormente un excelente pero no excepcional vallista en el campo profesional, fue eliminado por una mil谷sima de segundo. Allen, que esta temporada se ha quedado a cuatro cent谷simas del r谷cord mundial, present赤a que era su momento so?ado. Pod赤a ganar el Mundial, pod赤a hacerlo en Oreg車n y pod赤a conseguirlo una semana antes de ingresar en los Eagles de Philadelphia, que desean ponerle a prueba antes de comenzar la temporada en la NFL.
El l赤o record車 los que el f迆tbol sufre con el VAR. Allen se neg車 a aceptar el veredicto de la m芍quina. En la repetici車n de las im芍genes no se apreci車 ning迆n tipo de ventaja del atleta estadounidense. S車lo la medici車n electr車nica detect車 la mil谷sima no detectada por el ojo humano y las c芍maras de televisi車n. Allen discuti車, se irrit車, amenaz車 con permanecer en la pista, gener車 un ambiente de m芍xima tensi車n, retras車 varios minutos la nueva salida y finalmente acept車 a rega?adientes la decisi車n de los jueces.
El efecto de la discusi車n y la demora se hizo evidente. El foco estaba en el jaleo, mientras los atletas pretend赤an abstraerse, como si fuera posible. La carrera no s車lo iba a medir la habilidad y la t谷cnica de los finalistas, tambi谷n su entereza para soportar una situaci車n tan desagradable. Una vez m芍s, Asier Mart赤nez confirm車 la personalidad que le ha convertido en un asiduo de las grandes finales.
No hubo el menor rastro de nerviosismo en su actuaci車n. Mientras Holloway y Cunningham se disputaban la victoria (13.03/13.06), Asier Mart赤nez no encontr車 mayores problemas para alcanzar el tercer puesto, atento a una l車gica que casi invariablemente le funciona en las grandes competiciones. No es el m芍s explosivo en las salidas, pero arranc車 lo suficientemente bien como para no entrar en p芍nico. Del resto se ocup車 su tradicional progresi車n, basada en la t谷cnica, confianza y decisi車n. A falta de 20 metros estaba claro que lograr赤a el bronce, que lleg車 con un brillante regalo: 13.17 segundos, la mejor marca de su vida.
En el momento m芍s dif赤cil, Asier Mart赤nez logr車 su mejor tiempo. Es su divisa en la pista, una consistencia de la que empieza a dar se?ales Mario Garc赤a Romo, estudiante en Estados Unidos, subcampe車n universitario esta temporada y mediofondista list赤simo. Fue segundo en la primera serie de 1.500, un jerogl赤fico lleno de trampas, interpretado, entre otros, por el campe車n ol赤mpico (Jakob Ingetbritsen), el subcampe車n (Tim Cheruyot) y el tercero en Tokio (el escoc谷s Josh Kerr).
Garc赤a Romo pas車 por todos las rendijas que encontr車 en la prueba, aprovech車 el canal que le abri車 Kerr y termin車 superando en los 迆ltimos metros a Ingebritsen y Cheruyot. Ser芍 uno de los tres espa?oles en la final. Le acompa?ar芍n Katir y Fontes. Tres espa?oles en la final de 1.500. Como en los buenos tiempos.