Ari S¨¢nchez, una l¨ªder silenciosa
La espa?ola asciende por segunda vez a lo m¨¢s alto del ranking World Padel Tour y luce un traje que le sienta a la perfecci¨®n, el del liderazgo en silencio.

En silencio, sin estruendos, Ari S¨¢nchez se ha hecho a s¨ª misma. La jugadora espa?ola vive inmersa desde hace varias temporadas en un proceso de metamorfosis que ha llevado a su actual proyecto a lo m¨¢s alto: el n¨²mero uno del ranking World Padel Tour.
Porque l¨ªderes, hay muchos. Variados son los perfiles que asumen el papel protagonista en la consecuci¨®n de los objetivos y m¨¢s complejos a¨²n aquellos que se ponen al frente de ellos. Ego, dudas, miedo o presi¨®n son compa?eros de viaje que, en muchas ocasiones, perfilan sus caracteres.
Pero el caso de Ari es paradigm¨¢tico. La jugadora tarraconense, quiz¨¢ por su naturaleza, luce un traje que pocas veces tiene reconocimiento y que habita en la sombra. Tranquila, sosegada, sin demasiado gesto de cara a la galer¨ªa, S¨¢nchez ha conseguido siempre encontrar en el silencio el mejor de los mensajes.
Y es que para entender la figura de la nueva n¨²mero uno del p¨¢del mundial -junto a Paula Josemar¨ªa- basta con hacer una retrospectiva en su carrera. Contexto lo llamamos ahora.

Ari, que ya llamaba la atenci¨®n en menores, destac¨® pala en mano del lado de Martita Ortega. Aunque su debut en World Padel Tour se remonta a 2013 no ser¨ªa hasta cuatro temporadas despu¨¦s cuando dar¨ªa el salto, el gran salto, del lado de Ortega. La madrile?a, gran promesa del p¨¢del nacional, hab¨ªa sido tan precoz en el despunte que acaparar¨ªa todos los focos.
Por aquel entonces Ari era un tiro de gracia. Casi constante. Aunque muchos no lo recuerden, Ari era una jugadora de golpes. De muchos golpes. Vertiginosa en su p¨¢del, esgrim¨ªa un juego ofensivo, una capacidad para la pegada y un don innato para lo virtuoso que cogi¨® desprevenidas a sus rivales y al mundo del p¨¢del. ¡®Magic¡¯ S¨¢nchez la llamaban.
Una situaci¨®n similar vivir¨ªa con Alejandra Salazar. S¨¢nchez pasaba de un proyecto a una realidad. Si con Ortega apuntaban a, con Salazar se le exig¨ªa que. Del riesgo de asumir el riesgo a la necesidad de demostrar un p¨¢del ya hecho. Que una exn¨²mero uno apostara por una jugadora en proceso ten¨ªa sus peligos. Ella, los acept¨®.

Y entonces empez¨® a mutar. Ya en proceso de convertirse en lo que ser¨ªa, el periplo junto a Salazar sirvi¨® a S¨¢nchez para forjar p¨¢del y naturaleza al mismo tiempo. Ari, como dec¨ªamos, hab¨ªa lucido la figura de pegadora o definidora y del sentirse c¨®moda en el todo o nada. Ahora, la exigencia pasaba por sostener el volumen de juego, mantener el caudal defensivo y sostener la transici¨®n. Y, con altibajos, lo consigui¨®.
Cost¨®, no parec¨ªa llamada a ello, pero en dos a?os de emociones, se hizo a s¨ª misma. Tambi¨¦n la hicieron. Muchos momentos forjaron su carrera, pero para el recuerdo quedar¨¢ siempre aquella final del Master Final en Barcelona en 2019.
Hasta entonces, hab¨ªa asumido el papel secundario, el de complemento o acompa?ante. Acabado 2020, era el momento de dar un paso al frente. Y lo hizo apostando por un proyecto junto a Josemar¨ªa, la jugadora que m¨¢s hab¨ªa crecido en los dos ¨²ltimos a?os. Ah¨ª estuvo el gran cambio.
Ari, lejos de buscar su zona de confort, eligi¨® salir de ella. Sabedora o no de la necesidad de evolucionar su papel, arriesg¨®, apost¨® y sali¨® cara. Asumiendo todas las veces que saldr¨ªa cruz. El crecimiento, el que vale, surge de afrontar y aprender no de huir o renegar.
Ahora, dos temporadas casi completas de por medio, sabe que vali¨® la pena. O eso intuimos desde fuera. Quiz¨¢ para ella lo hizo hace mucho o qui¨¦n sabe si incluso desde el principio. Lo cierto es que la consecuci¨®n del n¨²mero uno del ranking, aunque sea fugaz -que puede serlo- le ha dado la raz¨®n.

Y lo hizo porque, entonces s¨ª, sab¨ªa que su p¨¢del estaba preparado para cambiar. Ya lo hab¨ªa hecho, c¨®mo no. Si comenz¨¢bamos comentado que era el¨¦ctrica y con tendencia a la pegada sin importar casi el cu¨¢ndo y el c¨®mo, sus skills ir¨ªan complet¨¢ndose hasta componer una jugadora m¨¢s vers¨¢til, paciente y completa. La erosi¨®n de la exigencia hab¨ªa moldeado a una l¨ªder silenciosa.
Porque de S¨¢nchez sorprende no que gane, que defina o que asuma el papel protagonista si toca. Por ella habla su juego. Inteligente en la elecci¨®n, camina con ¨¦xito en la fina l¨ªnea del riesgo. Del margen. Cada golpe, ya sea en bandeja, salida de pared, derecha, rev¨¦s o volea, supera con escaso margen la altura de la red. Eso, que podr¨ªa ser casualidad, si se repite de forma sostenida en el tiempo se llama patr¨®n de juego.
S¨¢nchez ha vivido un proceso deportivo y vital apasionante. Sumida en una carrera constante, ha sabido reivindicarse de la mejora forma, con el reconocimiento externo. En silencio, ella ha ido encontrando su espacio. Sin perder el rumbo, cambiar su personalidad o desviar el foco. Estaba llamada a ser una l¨ªder, pero quiz¨¢ no lo sab¨ªa. Y no hay mejor sensaci¨®n que evolucionar y crecer y seguir reconoci¨¦ndote en el espejo.