Ar¨¦valo, entregado a la patria
Se entreg¨® en cuerpo y alma al kayak. Se llev¨® una gran decepci¨®n al quedarse fuera de la selecci¨®n para R¨ªo 2016. No se encerr¨® en s¨ª mismo, no le perdi¨® la cara a la vida. Encontr¨® una nueva vocaci¨®n en el Ej¨¦rcito. Quiso militar en el Regimiento de Infanter¨ªa Pr¨ªncipe N?3, heredero de los Tercios Viejos, acuartelado en Asturias, cerca de su Galicia natal y de los medios para cumplir un sue?o al que nunca renunci¨®: ser ol¨ªmpico. Cuando se afanaba en llegar a Tokio 2020 irrumpi¨® la pandemia, se aplaz¨® la cita a 2021. Otro palo.
Con el confinamiento volvi¨® a enfundarse el uniforme de campa?a. Pas¨® meses organizando despliegues de su unidad para desinfectar lugares p¨²blicos, controlando el cumplimiento del toque de queda... Fue a Tokio el a?o pasado y se volvi¨® con la plata del K4 500. En agosto se proclam¨® campe¨®n del mundo en esa modalidad y en el K1 200. A m¨ª lo que me dice todo esto es que Carlos Ar¨¦valo es una persona entregada a la sociedad en la que vive. No s¨¦ si lo que hace lo hace por realizaci¨®n personal o por el beneficio colectivo, por amor al arte que se suele decir. Imagino que un poco de ambas. Lo que s¨ª tengo claro es que es uno de esos h¨¦roes cotidianos que, por no jugar al f¨²tbol, nos pasa m¨¢s desapercibido. Su pa¨ªs le debe gratitud y este Premio AS es una forma de expresarla.