Apalancados en el sof¨¢
Cuando se pone un Mundial en noviembre lo suyo es que el debut del Bar?a te pille entre los toros y el baile de la Peregrina en el Casino de Pontevedra. A¨²n no hab¨ªa cuadrado a su segundo morlaco Tom¨¢s Rufo cuando empec¨¦ a teclear en el m¨®vil algunos apuntes apresurados desde el burladero de la Plaza de San Roque, pillando al vuelo lo que me iban cantando desde la barrera. Segu¨ªan cero a cero en el descanso y ya de vuelta en casa mi chica buscaba los pendientes a juego con mis gemelos mientras yo me enfundaba el smoking.
Mario, vete escribi¨¦ndome el resumen de la primera parte¡±, le dije a mi hijo peque?o, que se sabe mejor que yo eso de las palancas y los fichajes. A mitad de agosto lo que deber¨ªa jugarse es el Gamper, pero los Pumas de Vallecas se pagan ellos el viaje a Barcelona y ganarles es m¨¢s complicado.
Mario me asegura que resolveremos en la segunda parte. Ya veremos. Mar¨ªa ya ha encontrado los pendientes pero yo no mis gemelos con el escudo del Pontevedra cuando entran Ansu Fati, De Jong y Sergi Roberto sin necesidad de que los saquen al campo con palancas. Los que finalmente nos quedamos apalancados en el sof¨¢ somos Mario y yo a la espera de un gol salvador que no llega nunca, ni con ocho minutos de descuento. Al final casi ganamos un punto. Suena el Vals de las Mariposas en el Casino. Espero que a¨²n podamos vender a Netflix alguna serie de saldo.