Ancelotti llega tarde
Nunca conviene dejar todo para el final, fea costumbre del Madrid. Aunque suele salir airoso, esta vez le sali車 cruz ante un Espanyol impecable y esforzado, con un Joan Garc赤a sobresaliente y aupado por una contra de manual perfectamente culminada por Carlos Romero. La determinaci車n que mostr車 el Madrid en el 迆ltimo tramo del partido seguramente hubiera sido suficiente de haberse empleado as赤 desde el principio. Pero el equipo y Ancelotti llegaron muy tarde. Durante casi todo el encuentro, al juego madridista le falt車 aceleraci車n y movilidad, pero sobre todo sorprendi車 la extra?a concepci車n de sus posesiones. No entendi車 c車mo atacar el 1-4-4-2 defensivo de Manolo Gonz芍lez, que llen車 de gente la frontal del 芍rea. El Madrid se embolic車 con entrar por dentro, y solo Rodrygo, desde la derecha, comprendi車 que en la amplitud pod赤a estar el premio. Especialmente gris se vio a Bellingham, tambi谷n a Vinicius, queriendo hacer la guerra por su cuenta y abandonando la banda. As赤 result車 un Madrid muy previsible, sin agilidad en la circulaci車n, que se lo puso relativamente f芍cil al Espanyol. Con un Kral inmenso y las l赤neas muy juntas, era dif赤cil arrancarle alg迆n espacio al bloque perico. Y cuando el Madrid logr車 desacoplar su defensa, apareci車 la figura de Joan Garc赤a. Todo buen equipo debe comenzar en el portero, y por ah赤 est芍 claro que a este Espanyol no se le puede discutir.
Ancelotti volvi車 a salir tocado. Primero, por la insistencia en Tchouameni. Parece jugar por decreto ley. La lesi車n de R邦diger le abre otro frente y deber芍 propiciar la irrupci車n definitiva de Asencio. El canterano salv車 en varias coberturas al franc谷s y a Fran Garc赤a con esa velocidad y posicionamiento acertado que le caracterizan. Pero la suplencia de Asencio no fue el 迆nico lunar de Ancelotti. Ante un rival tan herm谷tico, sorprendi車 que no diera entrada antes a Brahim, un especialista para decidir partidos en una baldosa. De los cuatro de arriba, apenas Rodrygo funcion車, si acaso Mbapp谷. Ancelotti no se atrevi車 a quitar a ninguno de los otros y solo apost車 por Brahim cuando el da?o ya estaba hecho, con el Espanyol en 1-5-4-1 final. En una transici車n terriblemente defendida, empezando por la pierna floja de Modric, Carlos Romero pag車 con su propia medicina a un Madrid que desbarr車 en Cornell角 para revivir el campeonato y llenarse de dudas cuando el calendario m芍s le va a exigir.
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Juntos y poco m車viles. Mbapp谷, Rodrygo y Vinicius se pegan demasiado y facilitan la resistencia defensiva del Espanyol con las filas muy prietas. No hubo desmarques y se abus車 de las paredes en zonas interiores.