Analizando que es gerundio...

Es el lema instalado en el argumentario de cualquier declaración que realizan los responsables del Real Valladolid “estamos en proceso de análisis”. Es decir, que pasan los días y siguen analizando lo que para el común de los mortales ya está analizado y tiene una conclusión definitiva: La temporada ha sido un pu?etero desastre. Fin del análisis. No hay que ser un lumbreras para darse cuenta de que todo se ha hecho fatal y como consecuencia tenemos delante la peor temporada del Real Valladolid de toda su historia. La peor por rendimiento, puntos logrados, goles a favor, encajados, sensaciones, desafección de la grada. Análisis hecho. A partir de ahí, deberían ponerse manos a la obra para solventar cuanto antes semejante desastre. Pero pasan los días y sigue el eslogan de estar analizando y de ganar tiempo antes de saber si el club será vendido antes de acabar la presente temporada, o no.

Porque el asunto de la venta empieza ya a aburrir. Todo el mundo sabe quien lo puede comprar, todo el mundo habla de una oferta o de otra. Todo el mundo conoce quien viene detrás de los candidatos a la compra. Todo el mundo sabe lo que vale el Real Valladolid. Aquí todo el mundo sabe mucho y la realidad es que nadie termina de saber nada porque el club sigue a la venta y nadie pone la pasta encima de la mesa. Hasta hoy esa es la única realidad. Lo demás, expectativas que no han terminado de cuajar.

Así que estamos en proceso de análisis de lo que debería estar ya muy analizado y en proceso de venta de lo que debería ya estar vendido. Estamos pues en una etapa de incertezas que nada bueno hacen presagiar para el futuro. Lo único que sabemos de verdad es que el a?o que viene el Real Valladolid estará en Segunda División y, por desgracia, eso nadie lo puede cambiar.

Y mientras tantas cosas se analizan se puede estar perdiendo un tiempo vital para agilizar gestiones y tomar la delantera en el mercado a los competidores que se encontrará el Real Valladolid a la hora de planificar su plantilla para la próxima campa?a. Y, cuidado, que el trabajo que tiene la dirección deportiva por delante va a ser de órdago. La limpieza que necesita esta plantilla de cara al futuro debe ser total. Jugadores devaluados, con varios descensos a sus espaldas, y con el lastre de ver como su carrera futbolística pierde vigor, salvo en contadísimas excepciones, caso de Raúl Moro al que el club venderá con seguridad al termino de la presente campa?a.

Y mientras hay jugadores que no serán un problema porque acaban contrato y se marcharán sin más, hay otros muchos con compromisos firmados en Valladolid para, al menos, la siguiente campa?a. Gran parte de ellos son jugadores caros y cuyo rendimiento no coincide con el sueldo que cobran cada mes (no hagan cuentas porque se escandalizarían). Y a los cuales sacar no resultará fácil poder colocar. De momento se analiza todo… y en eso dicen estar.

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