Alivio Mbapp¨¦

Si Kylian Mbapp¨¦ se hubiera marchado al par¨®n de selecciones sin haber marcado un gol hubiera habido mucho ruido y mucho cachondeo, as¨ª que los dos goles al Betis han templado algunos comentarios y excitado otros. Pero ni tanto ni tan calvo. Por una parte, lo que se ha visto del franc¨¦s en estas cuatro primeras jornadas ha sido poco comparado con lo que algunos esperaban. Pensar que Mbapp¨¦ se iba a pasear por los campos de Espa?a como si fuera la Grande Arm¨¦e era una quimera, porque nuestra Liga es mucho mejor y m¨¢s competida que la francesa. Adem¨¢s, como se ha demostrado, la armonizaci¨®n de su juego con el de Vinicius no iba a ser f¨¢cil porque, por mucho que quieran negarlo, los dos futbolistas se mueven por la misma zona del campo y esa tendencia natural los lleva a solaparse e incluso, a veces, a obstruirse.

El jugador, en unas sorprendentemente humildes declaraciones trat¨¢ndose de una estrella mundial, reconoci¨® que la ¨²nica presi¨®n que tiene es adaptarse a las caracter¨ªsticas de sus compa?eros, conocer las rutinas y mecanismos del equipo y entender lo que el entrenador le pide. No va a ser f¨¢cil, porque nunca ha sido un killer del ¨¢rea, no tiene interiorizados estos movimientos propios de los grandes rematadores, el giro r¨¢pido, el disparo de primeras o el armar la pierna en espacios reducidos.

?l es un delantero de espacios, de regates en velocidad, de cambios de direcci¨®n largos, y eso en el ¨¢rea, rodeado de defensas, es complicado. De esa adaptaci¨®n depender¨¢ su rendimiento, y tambi¨¦n la tranquilidad de Ancelotti. Y la de Vinicius, porque, si Mbapp¨¦ no rinde arriba, le tendr¨¢ que dejar su puesto.

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