Alargar la cena o poner el despertador
Con la mirada ilusionada y el est¨®mago encogido. Como en cualquier primer cita. La Selecci¨®n se estrena en unos cuartos de final de un Mundial y lo hace a una hora intempestiva. Fuera de tiempo y saz¨®n, dice la RAE. Y ah¨ª estar¨¢n, al otro lado del televisor, quienes creyeron desde el inicio que el f¨²tbol jugado por mujeres tambi¨¦n era eso: f¨²tbol. Como Rafael Muga. Quienes se vistieron de corto y lucieron la camiseta de La Roja aunque estuviera mal visto o se bordaran su escudo a la camiseta. Como Victoria Hern¨¢ndez o Carmen Arce, a la que seguramente hoy nadie habr¨ªa llamado con el diminutivo del apellido de un futbolista... Quienes llevaron a Espa?a a su primera Copa del Mundo y reclamaron despu¨¦s un cambio de entrenador y una mejora de condiciones. Como Vero Boquete o Natalia Pablos.
Pero probablemente tambi¨¦n se citen ante el televisor un pu?ado de personas que en 2015 no conoc¨ªa ninguno de los nombres propios antes mencionados. U otras que se engancharon a esta categor¨ªa con la explosi¨®n del coloso Barcelona. O la creaci¨®n del Real Madrid en 2020. Incluso alguien que un d¨ªa enton¨® ese, tan popular como casposo, ni es f¨²tbol ni es femenino. Ese, sin duda, es el gran triunfo de las 23 futbolistas que intentar¨¢n llevar a la Selecci¨®n espa?ola a semifinales. Desde la otra punta del mundo, solo tenemos dos opciones: alargar la cena o ponerse el despertador. La cita es a las 3:00.