Ahora toca sonre¨ªr
Carlos Alcaraz ha vuelto a una pista de tenis s¨®lo cinco d¨ªas despu¨¦s de su monumental victoria en Wimbledon. Lo ha hecho para competir en la Copa Hopman, un torneo mixto de exhibici¨®n por pa¨ªses que se disputa en Niza. Es tan sorprendente que haya reaparecido con tan escaso margen de tiempo, como que lo haya hecho sobre una superficie radicalmente diferente: de la hierba a la tierra batida. Lo normal es que Carlitos hubiera renunciado a la cita, para descansar y para no arriesgarse a lesiones, pero ha sido fiel a su compromiso. Y ah¨ª estuvo este viernes: con nuevo corte de pelo, con una sonrisa permanente y con una raqueta en la mano, que es lo que mejor le define. Alcaraz se enfrent¨® en su individual a David Goffin, sobre un albero que no pisaba desde la semifinal de Roland Garros frente a Novak Djokovic, all¨¢ por el 9 de junio. La falta de adaptaci¨®n se not¨®, l¨®gicamente, pero gracias a su tremenda clase se fue acoplando para remontar los dos momentos complicados del choque: el primer set encajado, 6-4, y el 4-0 del arranque del desempate.
El murciano volvi¨® y gan¨®, pero sobre todo disfrut¨® e hizo disfrutar, que son los dos conceptos que repiti¨® en sus declaraciones. Igual que en el dobles posterior con Rebeka Masarova, el primer mixto de su carrera. No est¨¢ mal que explore tambi¨¦n ese camino de cara a los Juegos Ol¨ªmpicos. Antes de competir, por la ma?ana, Alcaraz compareci¨® en la sala de prensa, donde reconoci¨® que no hab¨ªa tocado una raqueta desde su triunfo en el All England Club. Es natural. El espa?ol se ha dedicado a descansar. La rareza es que juegue la Hopman. Pero, ya puesto, se lo toma como un divertimento. A sus 20 a?os, se lo puede permitir. Luego ya vendr¨¢n las vacaciones de verdad, antes de afrontar la temporada norteamericana de pista dura en agosto. Habr¨¢ tiempo de pensar en ello. De momento, aqu¨ª, lo que toca es sonre¨ªr.