A M¨®naco solo le queda el glamur

Al GP de M¨®naco ya solo le queda el glamur. Esas tomas a¨¦reas de televisi¨®n que nos muestran el mar Mediterr¨¢neo, los yates, la frescura de su piscina, el Casino¡­ Y la reuni¨®n de caras bonitas que encabeza el pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco junto a su alteza seren¨ªsima Charlene, al frente del famoseo de turno: Kylian Mbapp¨¦, bandera en mano, Matt Damon, Winnie Harlow¡­ Las im¨¢genes nos transportan a pel¨ªculas de James Bond, con Aston Martin presente en carrera, o a la m¨¢s reciente de Ironman con Mickey Rourke soltando latigazos en plena recta a ese carism¨¢tico Tony Stark interpretado por Robert Downey Jr en el universo Marvel. Para rematar la fiesta del pasado domingo, y para felicidad del Principado, gan¨® un monegasco: Charles Leclerc. Y lo hizo, adem¨¢s, al volante de un Ferrari, para completar una fotograf¨ªa que nos evoca cap¨ªtulos legendarios de la F1. Una estampa de otro tiempo, en la que tambi¨¦n particip¨® un espa?ol, Carlos Sainz, tercero por tercera vez este a?o.

Montecarlo es un circuito urbano m¨ªtico, pero ya solo conserva eso: la belleza y la historia. De competici¨®n, mejor ni hablamos, porque apenas queda nada. El promedio de velocidad fue de 109 kil¨®metros por hora, que recuerda a cualquier cosa menos a un F¨®rmula 1, la vanguardia de la tecnolog¨ªa y de la innovaci¨®n, el top de la velocidad¡­ El trazado de M¨®naco no permite adelantamientos y produce atascos sin soluci¨®n, una condena para los pilotos con ritmo. Si encima se aplican estrategias conservadoras para salvar las ruedas, como fue el ¨²ltimo caso, las medias bajan hacia n¨²meros de F2. Hace un a?o, con la lluvia, pudo verse m¨¢s espect¨¢culo. ?Pero qui¨¦n quiere lluvia para vender las bonanzas de la Costa Azul? La carrera m¨¢s prestigiosa del calendario no da m¨¢s de s¨ª. Pero todo brilla a su alrededor.