A Mendilibar no le va a quedar otra que acostumbrarse
El mes de abril va pidiendo la hora y en Sevilla lo hace con calor. M¨¢s que de costumbre por estas fechas, pero nada del otro mundo para el habitual infierno que se avecina a partir de junio. Los oriundos nos hemos acostumbrado a base de resignaci¨®n y elevadas facturas de la luz por los aires acondicionados, pero los ne¨®fitos por estas latitudes, como es el caso de Mendilibar, no pueden m¨¢s que echarse las manos a la cabeza. ¡°Esto es la hostia¡±, espet¨® en su primera respuesta ayer en la rueda de prensa previa al partido en referencia a lo que se est¨¢ sufriendo en los entrenamientos. Y eso que son tempranito.
Pero a Mendilibar no le va a quedar m¨¢s remedio que acostumbrarse a esto si sigue empe?ado en hacer las cosas como las viene haciendo. Porque aunque ¨¦l est¨¦ con los pies en el suelo, desde el club ya se insta a dejar de mirar hacia abajo para hacerlo hacia arriba y, tambi¨¦n, hacia el lado. Concretamente, hacia Tur¨ªn. Y si se mira hacia arriba, quien marca el hipot¨¦tico ¨²ltimo puesto que da derecho a jugar en Europa el a?o que viene es un Athletic en el mismo espectacular estado de forma que los de Nervi¨®n. Si a donde se fue feliz no se debe volver, como dice la canci¨®n, a donde se fue infeliz igual s¨ª. Y Mendilibar lo fue en San Mam¨¦s en una ef¨ªmera y ya casi olvidada aventura. Partido gordo entre dos cl¨¢sicos. Por suerte para Mendilibar, m¨¢s fresquito.