A la altura de las leyendas
Anoten los siguientes nombres: Rod Laver, Bjorn Borg, Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Hay cierto consenso en se?alar a este rep¨®quer de campeones como los mejores de la historia. Podr¨ªamos a?adir alguno m¨¢s, pero no sobra ninguno. Pues bien, en esa lista entr¨® este domingo Carlos Alcaraz con solo 21 a?os. Se trata de los jugadores que han completado el Channel Slam, que as¨ª se denomina enlazar Roland Garros y Wimbledon en la misma temporada. No es un doblete sencillo, ni tampoco frecuente, como demuestra la identidad de los artistas que lo han conseguido, porque supone un cambio dr¨¢stico de superficie, de la tierra a la hierba, que solo los genios de la raqueta saben gestionar. En este quinteto, solo Borg, tres veces, y Nadal, dos, han logrado repetir. Era un desaf¨ªo de otra dimensi¨®n, que Alcaraz ha rematado m¨¢s joven que nadie. Borg y Nadal lo hicieron con 22. Tan lejos y tan cerca.
Por eso llama la atenci¨®n que Alcaraz, reci¨¦n terminado el partido, dijera en el micr¨®fono de pista que todav¨ªa no se juzga como un gran campe¨®n. Lo sostiene alguien que ya ha conquistado cuatro t¨ªtulos de Grand Slam, con pleno en cuatro finales, dos de ellos consecutivos en el All England Club, y que ha dominado tres superficies diferentes: la dura de Nueva York, la tierra de Par¨ªs y la hierba de Londres. En Wimbledon, adem¨¢s, ha tumbado dos veces seguidas a una leyenda, Djokovic, con siete victorias en este sublime escenario y 24 en grandes, el tenista que, r¨¦cord a r¨¦cord, es considerado el mejor de la historia, gustos al margen. El primer a?o fue un feroz combate a cinco sets. Este domingo fue un dominio autoritario del espa?ol en tres mangas.
Alcaraz no solo ha entrado en el club de los m¨¢s grandes, sino que se siente a gusto dentro. Ya no sufre calambres por la tensi¨®n de verse enfrente de Djokovic. Eso ya pas¨®. Ahora puede fallar una bola de partido, o dos, o tres¡ Como fue el caso. Pero sigue y sigue. Hasta alcanzar la meta. Carlitos no se considera todav¨ªa un gran campe¨®n, quiz¨¢ porque el camino acaba de empezar. ?Y de qu¨¦ manera! Pero serlo, lo es. A la altura de las leyendas.