74 a?os despu¨¦s

Conducir por la izquierda, beber la cerveza templada (al menos en ocasiones) y mezclar el chocolate con menta tiene efectos colaterales. Quiz¨¢s sea por eso que los ingleses midan la distancia en yardas, el peso en libras y la temperatura en grados Fahrenheit. Van un poco por su cuenta estos isle?os. Inventaron del f¨²tbol pero cuando vieron que se hac¨ªa universal se retiraron al modo Grouchiano. ¡°Nunca me har¨¦ socio de un club que me admita como socio¡±. Entraron y salieron de la FIFA por conveniencia varias veces. Cuatro Brexfoot votaron (1908, 1919, 1926 y 1930) hasta que tras la Segunda Guerra mundial entendieron que no pod¨ªan seguir aislados. Jugaron su primer mundial en 1950, y Zarra y Mat¨ªas Prats los mandaron de vuelta a las islas.

Desde entonces no les hemos ganado en competici¨®n oficial. Como considero un deshonor hurgar de forma ventajista en Google les escribo desde la memoria futbolera de un ni?o criado en Pasar¨®n. Disculpen los errores, pero jurar¨ªa que nos vimos despu¨¦s en la primera Eurocopa con grupos de liguilla, la de Italia 1980. Empatamos el primer partido con los anfitriones, perdimos con los que luego ser¨ªan subcampeones, B¨¦lgica, y tambi¨¦n el ¨²ltimo partido del grupo con Inglaterra. Todo por culpa de un penalti que marc¨® Dani pero mandaron repetir. Kubala decidi¨® que lo volviese a tirar el extremo del Athletic y lo fall¨®. Cuando le preguntaron en la sala de prensa por qu¨¦ no pidi¨® que lo tirase otro contest¨® que ¨¦l hab¨ªa llegado a tirar dos penaltis en un mismo partido y hab¨ªa marcado los dos.

Dos a?os despu¨¦s, en nuestro Mundial, y ya eliminados por Alemania, jugamos el ¨²ltimo partido de la liguilla de cuartos contra Inglaterra. Fue nuestro mejor partido, quiz¨¢s porque ya no nos jug¨¢bamos nada. Si ganaban pasaban ellos y no los germanos. Empatamos en una despedida con un honor que ya no se recuerda.

Nos volver¨ªamos a ver por ¨²ltima vez en 1996, en su Eurocopa, en el cruce de cuartos. Fue el mejor partido de la era Clemente. Un ¨¢rbitro franc¨¦s (creo que un tal Bath¨¢, o algo parecido, que ya les he dicho que me parece un deshonor recurrir de forma ventajista a Google) nos anul¨® dos goles absolutamente legales por inexistentes fueras de juego. Ca¨ªmos en los penaltis.

Ahora llega la final de esta Eurocopa 2024, 74 a?os despu¨¦s del Mundial de Brasil y del gol de Zarra. Si me sali¨® bien hace ya unos d¨ªas pronosticar una final Inglaterra-Espa?a, no pasar¨¢ nada por que apueste por Morata como sustituto ganador del viejo ariete del Athletic. Y si eso no pasa nos tomaremos un gin tonic, la segunda gran aportaci¨®n de Inglaterra al mundo¡­ despu¨¦s del f¨²tbol.

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