Un nuevo perfume
En julio de 1996 me encontraba en Par¨ªs por razones sentimentales que hoy d¨ªa resultan enternecedoras y embarazosas. A estas se a?adi¨® inesperadamente un motivo deportivo que se convirti¨® en un momento se?alado de mi vida. Arribaba el Tour a la Ciudad de la Luz, en la edici¨®n que perdi¨® Indur¨¢in. O que le robaron. Era un domingo soleado en la ciudad m¨¢s hermosa y rom¨¢ntica. Grit¨¦ como un loco enamorado d¨¢ndole las gracias por las alegr¨ªas pasadas, me parec¨ªa mucho m¨¢s importante estar presente en su derrota que celebrar sus triunfos. Recuerdo que me mir¨®, aunque puede que esto ¨²ltimo no sucediera. Las mejores nostalgias son las inventadas. Yo perder¨ªa tambi¨¦n la primera raz¨®n de ese viaje m¨¢s adelante, de un d¨ªa para otro, como si nunca hubiera sido real. Esa derrota no la supe celebrar.
El Bar?a me hab¨ªa llevado estos ¨²ltimos a?os a ver sus partidos como fui aquel d¨ªa a los Campos El¨ªseos, con melanc¨®lica lealtad, dando las gracias por unos tiempos m¨¢gicos que no iban a volver. Se agot¨® el perfume, como dec¨ªa Ech¨¢varri de Indur¨¢in. Hab¨ªa pasado de largo la mejor generaci¨®n, los mejores triunfos, hab¨ªamos malgastado por incompetencia directiva los mejores a?os del mejor de la historia, en los que el Bar?a deb¨ªa haber arrasado. No lo hizo mal, pues la IFFHS ha declarado a los azulgrana mejor equipo de la d¨¦cada 2011-2020, pero la imposici¨®n del blanco, imperialista relato sobre la primac¨ªa de la Champions sobre todo lo dem¨¢s opac¨® la regularidad dom¨¦stica.
Bien, igual que volv¨ª a Par¨ªs con otras personas y en otras estaciones, disfrutando o sufriendo con nuevas compa?¨ªas, ha vuelto la ilusi¨®n a mis ojos de espectador del devenir blaugrana. Unos cuantos j¨®venes talentosos, canteranos ilusionantes y veteranos reactivados, un entrenador serio y sincero, el amor de nuestra vida que se iba a ir pero se qued¨®, la vuelta del esp¨ªritu Cruyffista al tim¨®n del club. Queda pasar la primavera, vendr¨¢n borrascas, alergias, pero el perfume de un verano nuevo comienza a apreciarse.