La mediocridad de miras de Lim
Dando un simple vistazo a la clasificaci¨®n, la posici¨®n que ocupa el Valencia es la que m¨¢s chirr¨ªa de todas. Por presupuesto, historia y tambi¨¦n nombres. Llegados al ecuador de la Liga, en mayor o menor medida, cada club est¨¢ en la pelea que se le presupon¨ªa... menos el Valencia. En ocho d¨ªas se enfrentar¨¢ al Atl¨¦tico, al Sevilla (Copa) y al Elche y su realidad es que a priori el partido m¨¢s transcendente es el ¨²ltimo. A tal mediocridad de miras es a d¨®nde ha llevado al Valencia Peter Lim.
El mercado de fichajes es un term¨®metro de los recursos de los clubes, pero tambi¨¦n de las voluntades y aspiraciones de los dirigentes. Al Villarreal se le lesion¨® Iborra y a los pocos d¨ªas se reforz¨® con Capoue; al Atl¨¦tico le pill¨® Thomas y Diego Costa a pie cambiado y recuper¨® su paso con Kondogbia y Dembel¨¦; y al Sevilla se le ha presentado una oportunidad con el Papu G¨®mez y a la caza de ella anda Monchi. Y el Valencia, a tres puntos del descenso, ah¨ª sigue, viendo la vida y otro mercado pasar.
Gracia mantiene la fe en que Anil Murthy cumpla, esta vez, su palabra -tambi¨¦n se lo dijo a los capitanes- y le fichen un centrocampista antes de febrero. Pero la situaci¨®n era para que le hubieran llegado (en plural) el 1 de enero y no a finales como ser¨¢ el caso (si lo es). Ah¨ª se refleja la voluntad de Lim. De momento Gracia se conforma con la vuelta de Cristiano Piccini, un chaval tan honrado y profesional como las palmas que se daban en la parte alta del club cuando a su entender se lo ¡®colocaron¡¯ en verano al Atalanta.