Nada que una victoria no pueda curar
El vallisoletano es as¨ª: pasa de 0 a 100 en segundos y desacelera de 100 a 0 m¨¢s r¨¢pido a¨²n. La afici¨®n blanquivioleta sigue apoyando a muerte, se ver¨¢ esta noche, a su equipo, pero las cr¨ªticas, algunas muy destructivas, han llegado en la segunda campa?a desde que el equipo volvi¨® a su sitio, a Primera Divisi¨®n. Ser un hist¨®rico del f¨²tbol espa?ol, el decimotercer club m¨¢s importante de la Liga, provoca que se pierda r¨¢pido la humildad, que se piense que se puede sacar r¨¦ditos de esa historia. Algunos no se han enterado de que el f¨²tbol ha cambiado, que a la mesa de Primera se han sentado otros clubes con menos historia, pero m¨¢s j¨®venes, m¨¢s guapos y, sobre todo, con m¨¢s dinero.
Y como la memoria en f¨²tbol es muy corta, los que eran h¨¦roes hace a?o y medio con un milagroso ascenso o hace ocho meses con una salvaci¨®n no menos dichosa, ahora pasan a ser una serie de tuercebotas; el entrenador, un amarrategui de tomo y lomo; el director deportivo, que no acert¨® en los fichajes de verano, un inepto, y el presidente, un tipo que no ve venir el peligro de un descenso a Segunda Divisi¨®n. Convendr¨ªa un poco m¨¢s de calma y humildad. La critica siempre es positiva cuando sirve para mejorar y construir. La otra, la negativa, no ayuda en nada y s¨®lo son m¨¢s piedras en un camino de cabras como es competir en esta Liga con el segundo menor presupuesto. Nada que una victoria hoy no pueda curar.