Odiar a Guardiola
Lejos del Camp Nou, cuesta entender que un personaje como Pep Guardiola pueda generar tanto rechazo y desconsideraci¨®n entre una parte bastante significativa de la que fuera su hinchada. A Nacho Carretero, el autor de Fari?a, ni siquiera le entra en la cabeza. "?Me quieres hacer creer que hay aficionados del Bar?a que odian al tipo que les hizo tocar el cielo?", pregunta desconcertado. En realidad, no se trata de lo que yo quiera o no hacer creer a nadie: es un hecho constatable, la triste realidad de un club gobernado por el viento.
De la especial naturaleza del Bar?a se han dicho muchas cosas pero a menudo se nos olvida explicar una de las m¨¢s peculiares: necesita odiar para sobrevivir, casi del mismo modo que el Real Madrid necesita ser odiado o se morir¨ªa de pena. Es un combustible que funciona en ambos sentidos, limpio y reciclable, con la diferencia de que al club blanco le sale gratis y al azulgrana le supone ciertos costes. Porque -y para esto s¨ª que no tengo explicaci¨®n- al aficionado cul¨¦ no parece bastarle con detestar al m¨¢ximo rival deportivo, de ah¨ª que cada cierto tiempo necesite explotar alguno de sus propios yacimientos. Antes Cruyff y ahora Guardiola, son dos de los m¨¢s importantes en la historia reciente del club.
Las redes sociales se han convertido en un campo de estudio perfecto para la demostraci¨®n de esta hip¨®tesis: cualquier tropez¨®n del de Santpedor se celebra como una derrota del Madrid en Ipurua, como una espinilla de Cristiano Ronaldo, como un tres por uno en los packs de Estrella Damm... Puede que incluso m¨¢s. "No es por Guardiola", se justifica alguno de ellos cuando se le pregunta por semejantes brotes de euforia: "Lo que no soporto es el guardiolismo". Es como odiar el progreso por culpa del PSOE, supongo, pero all¨¢ cada cual con sus antipat¨ªas y justificaciones.
Yo, por mi parte, reconozco haber odiado a Van Gaal, a Sandro Rosell, a Sor Luc¨ªa de Caram y un poco a Cesc F¨¤bregas, pero jam¨¢s tratar¨ªa de culpar a nadie por mis propias taras: no pasa nada por reconocer que tenemos un ADN muy particular y alg¨²n que otro cromosoma hater.