Vinicius o las l¨¢grimas por tirar del carro antes de tirar la puerta
Una peligrosa confusi¨®n. En estos tiempos sin tiempo, donde la siguiente mirada est¨¢ a golpe de clic, donde la atenci¨®n es ef¨ªmera, un ni?o de 19 a?os empez¨® a percibir los primeros pitos del Bernab¨¦u, sinti¨® que marcaba un gol ocho meses despu¨¦s y rompi¨® a llorar. Una liberaci¨®n en directo. Vinicius llevaba dos telediarios en el Real Madrid cuando se tuvo que poner a tirar del carro sin haber tirado la puerta. Era tal la necesidad de referentes, tras la salida de Cristiano y el cr¨¢ter abierto, que su desparpajo, su velocidad y su uno contra uno llenaban los ojos. Florentino P¨¦rez le tild¨® de estrat¨¦gico, le puso por delante de Mbapp¨¦ en algunos corrillos, profesionales incluso, y esa vitola de protegido que ya lastr¨® el primer Benzema y luego Bale.
Las clases de Zidane. Gestionar el crecimiento siempre fue dif¨ªcil. Vinicius, en su sana espontaneidad, cont¨® que Zidane le ayuda a ser mejor tras los entrenamientos. Supongo que le ense?a a perfilarse adecuadamente, a elegir los momentos y, por supuesto, a definir con m¨¢s tino. Es m¨¢s dif¨ªcil construir desde los hechos que desde las palabras. Lo normal es que Vini vuelva al banquillo para el derbi, pero sus l¨¢grimas son un claro s¨ªntoma de que hay mochilas que ning¨²n ni?o, se llame Vinicius, Ansu Fati, Rodrygo o Jo?o F¨¦lix deber¨ªan cargar. Ellos no eligen lo que pagan por ellos o las expectativas que generan.
Los duendes. En el otro lado de la balanza est¨¢n aquellos jugadores a los que el paso del tiempo ha hecho justicia. Coinciden en tener un excepcional talento, pero a eso le han unido otro ingrediente que invita a la admiraci¨®n m¨¢s profunda: Cazorla se lleva ovaciones por doquier, tambi¨¦n por su fuerza de voluntad para levantarse; de Joaqu¨ªn admiramos la finta, el sprint y su capacidad para alegrar la vida; de David Silva, su sentido de la familia, y su jerarqu¨ªa, da igual en Eibar o en Londres. Sorprende que alguno que dice saber de f¨²tbol no supiera detectar aquellos duendes.
Del 3-7 a la porter¨ªa a cero. Llega el derbi que vale un liderato. El del verano sirvi¨® para deprimir al madridismo por el recuerdo cercano del annus horribilis y para ilusionar a los atl¨¦ticos tras perder a algunos de sus referentes, especialmente God¨ªn, Filipe, Juanfran o Griezmann. El Madrid, de los siete goles encajados, lleva dos jornadas sin recibir ni un solo disparo. El Wanda ser¨¢ el term¨®metro para saber si el Madrid l¨ªder vuelve a ser el se?or equipo de Sevilla o la sombra de Par¨ªs.