El problema de la NextGen
Comienzan muchos a cuestionarse si los nuevos valores del tenis, la denominada NextGen, merecen tanto bombo medi¨¢tico.
En el ¨²ltimo Roland Garros, Fabio Fognini ech¨® toda la bronca afuera y dijo: "La Next Gen es una mierda". El italiano estaba enfurecido por todos los privilegios que la campa?a de marketing de renovaci¨®n del tenis masculino trae para los potenciales dominadores del futuro. "Hay un frenes¨ª a su alrededor que no me gusta ni comparto. Tienen que comer m¨¢s pasta, correr y ganar partidos", dijo Fabio, ir¨®nico e iracundo.
El tema vuelve al tapete tras el ¨¦xodo prematuro de los j¨®venes talentos en las primeras rondas de Wimbledon. Y lo han hecho a manos de varios que llevan sus buenos a?os en el circuito y que encuentran en estas victorias la excusa perfecta para postergar la jubilaci¨®n. Comienzan muchos a cuestionarse si los nuevos valores merecen tanto bombo medi¨¢tico.
La historia no es nueva. NextGen, que ahora tiene su propio Masters en Mil¨¢n, con reglas experimentales y premios por m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares, es una de varias campa?as que ha hecho ATP en su historia por la renovaci¨®n del tenis. En la d¨¦cada de los 90 estaba "Stars for Tomorrow", que buscaba atraer talentos carism¨¢ticos al circuito en tiempos de abulia del tenis. El aura de Andre Agassi no iba a ser eterna y se extra?aban un par de Connors y McEnroes. A comienzos de este siglo hubo otra, la de los "Young Guns", los j¨®venes pistoleros, tal como la pel¨ªcula de Billy The Kid, bombaderos que cautivaran al p¨²blico con la potencia de sus tiros para convertirse en los nuevos reyes de tenis.
Este tipo de campa?as funcionan por factores que van m¨¢s all¨¢ de la mercadotecnia, el efectismo y los potentes golpes. Las nuevas estrellas surgen y se consolidan con algo muy simple, pero a la vez complicado: cuando logran ganar.
Rafael Nadal convenci¨® a todos cuando gan¨® su primer Roland Garros a los 18 a?os. Y los reconvenci¨® al a?o siguiente y en todos los dem¨¢s hasta completar m¨¢s una d¨¦cada de t¨ªtulos en el Bois de Boulogne El espa?ol es de roble y nadie lo puede negar. Roger Federer alz¨® la gloria el d¨ªa que termin¨® con el largo invicto de Pete Sampras en Wimbledon. Y forj¨® un camino de gloria que lo tiene en el Olimpo. Andy Murray lo hizo cuando termin¨® con la sequ¨ªa de 76 a?os de los brit¨¢nicos en los Grand Slam. Y Djokovic, cuando fue capaz de arruinarle la fiesta a Roger y Rafa.
Como dec¨ªa un buen amigo m¨ªo, "no se ha inventado nada m¨¢s lindo que ganar". Y para la NextGen, que cuenta con buenos jugadores, talentosos y eficientes, que generan placer al verlos en la pista, el objetivo estar¨¢ cumplido cuando se grad¨²en de grandes. ?Y cu¨¢ndo ser¨¢ eso? Cuando puedan destronar a Federer, Nadal, Murray y Djokovic. Mientras estos cuatro sigan estando arriba, o por sobre los promisorios, ninguna campa?a de marketing ser¨¢ efectiva.